Capítulo 2

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Joy entró a la universidad. Y por alguna razón sintió que su nombre estaba en la boca de todos los mortales presentes y por primera vez se sintió inquieto. Sin embargo continuó caminando con su habitual serenidad y hoy como todos los días había escuchado a sus padres discutir sobre su persona.

— ¡Ese niño no es normal!—había exclamado su madre— siempre saca diez en todo.

—No veo el problema, querida—le había dicho su padre

— ¡¿Qué no lo ves?! Rara vez sale de su habitación y en los dieciocho años que tiene solo le he escuchado la  voz unas tres veces.

—No seas exagerada, querida. Antes de ayer fue a una fiesta ¿Recuerdas?

Esta se echó a reír— ¡Regresó una hora después! Sinceramente no sé qué vas hacer con Joy porque yo ya no puedo más.

Joy que se encontraba escuchando detrás de la puerta de la cocina, decidió entrar.

—Buenos días, Joy—lo saludó su padre. Este asintió, tomó una manzana y se fue.

— ¿Ves? Eso es a lo que me refiero.

Joy se encontraba caminando por el interminable pasillo pensando en el libro de biotecnología que iba a prestar en la biblioteca. Por primera vez sintió pánico al escuchar que lo llamaban.

— ¡Joy!—lo llamaba alguien. Joy se detuvo en seco.

—¡Joy!

No podía ser Eddie. Joy conocía el tono, timbre y las ondas que poseía la voz de Eddie.

— ¡Joy!

El jamás se percataba de lo que hacía los demás, pero por primera vez sintió que toda la universidad quedaba en silencio.

— ¡Joy te estoy hablando!

En ese instante sintió que alguien le agarraba el brazo y lo hacía volverse.

Lo que vio Joy nunca se le olvidaría en su excelente memoria. Vio las maravillas del universo en un par de ojos verdes esmeraldas, que con los gestos de ella cambiaban de color. Fue testigo de cómo la teoría del Big Bang se reñía ante él y formaba un nuevo mundo.

— ¡¿Estas sordo?!—Le dijo la chica—hace una hora te estoy llamando

<< ¿Una hora? Solo habían transcurrido tres minutos con  cincuenta y siete segundos exactos>> pensó Joy.

— ¿Por qué te fuiste tan precipitadamente?—le preguntó ella. Joy continuaba sereno, observando aquellos ojos. Tenía que saber que matices tenían y como estaban mezclados entre sí.

—Ni siquiera me habías dicho tú nombre—Continuó—Lo supe por tú amigo

<<Verde limón, mezclado con amarillo biche y un ligero toque azul esmeralda>>.

—Créeme que no me gustó nada ese imbécil. Se quiere creer solo porque estudia física ¡Bah!—resopló ella y los ojos cambiaron de tonalidad. Ahora eran más oscuros con manchitas doradas

— Joy ¿Me estas escuchando?

Él la miró fijamente— ¿Quién eres tú?—le preguntó

Aquellos ojos verdes se abrieron de par en par haciéndose más claros y las manchas doradas desaparecieron.

— ¿Acaso soy tan fácil de olvidar? ¿En serio no te acuerdas de mí?

Joy negó con la cabeza. No tenía ni idea de quién era esa chica, sólo sabía que con esos ojos podía refutar a Einstein en el Efecto Fotoeléctrico.

Azula & Joy - Versión Azula ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora