Parte 1.

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Despertó, todo estaba oscuro y sentía el sudor pegándole la ropa a la piel; ya había perdido la cuenta de los días, quizá semanas, que llevaba encerrado en aquel sitio, se levantó con pereza y se acercó a abrir las cortinas, dejando ver una ventana cubierta por una reja, la abrió un poco para dejar entrar la brisa matutina, miró la hora: 6:00 AM, justo a tiempo; caminó hasta el baño y se encerró bajo llave mientras se duchaba. Al salir, encontró la bandeja sobre la mesa de noche, siempre lo mismo: fruta, jugo, té y un emparedado. Suspiró mientras se terminaba de vestir y se sentaba a comer.

Recordó el día en que Sehun y él quedaron a solas durante unos días, su madre había salido en un viaje de negocios y regresaba, si todo salía bien, al día siguiente: el día de su cumpleaños número 15. Sehun era el segundo esposo de su madre, sabía que él no era su padre biológico, porque su madre le había explicado que él había muerto poco tiempo después de que Luhan naciera, razón por la cual consideraba a Sehun como su figura paterna.

Cerró los ojos, apretando los párpados para evitar llorar, y el recuerdo lo embargó:

-Luhan, baja un momento por favor- le llamó Sehun desde las escaleras. Luhan se levantó de su cama, cerró el libro que estaba leyendo y bajó lentamente hasta quedar a la misma altura que su padrastro.

La relación entre ellos era un poco confusa a ojos ajenos, muchos dirían que Sehun andaba siempre protegiendo a Luhan, que nunca lo soltaba y que parecía más la pareja del pequeño que de la Señora Lu. Sehun abrazó a Luhan por la cintura y lo alzó, para luego dar una vuelta, sacádole una risita al menor, y dejándolo parado al lado de él.

-Mañana es tu cumpleaños, cariño, ¿qué quieres hacer cuando mamá regrese?- le preguntó para luego besar su frente; Luhan se quedó pensativo durante unos minutos antes de responder: -sólo quiero una cena con ustedes, Baek y Kyungsoo, nada muy grande ni costoso, sabes que no me gusta.- terminó mientras deslumbraba al mayor con su sonrisa.

Sehun asintió, y con la promesa de hablar con los padres de sus amigos y de hacer una reservación en su restaurante favorito, envió a Luhan de regreso a su habitación.

Al entrar vio su móvil iluminado, con una burbuja de texto:

"Luhan, mi vida, ha habido un accidente en la planta de Osaka y tengo que ir a solucionarlo antes de regresar a casa. Lamento no poder estar para tu cumpleaños.
Te quiere, Mamá."

Suspiró y se dejó caer boca abajo en su cama, no era la primera vez que sucedía, su madre viajaba constantemente por trabajo y él se quedaba con Sehun, siempre había sido así: ella viajando y él cuidándolo, como si fuera su ángel guardián; y, con la imagen de su padrastro vestido como un protector divino, el sueño fue llegando a él poco a poco, quedándose dormido sin notarlo.

La mañana de sus cumpleaños empezó con un muy alegre Sehun entrando a su habitación cantando la canción del cumpleaños con una pequeña bolsa colgando de su muñeca y un pastel en sus manos. Luhan despertó riendo y mientras se acomodaba en la cama, Sehun colocó el pastel en medio de los dos y le extendió la bolsa al ahora cumpleañero, sonrió y dijo: - Feliz Cumpleaños, bebé. Espero tenerte conmigo muchos años más.- y lo besó en la mejilla, muy cerca a los labios.

Luhan se sonrojó y bajó la mirada hacia la bolsa, con cuidado la agarró y husmeó dentro, emocionado sacó la cajita de terciopelo negro y la abrió: debajo de la tapa había un anillo de oro blanco, un poco delgado para ser de hombre, pero mantenía ese aire sobrio que envolvía a Sehun; llevaba un pequeño diamante cuadrado incrustado en la mitad del aro, lo detalló más de cerca y vio el grabado en la cara interna: "Luhan, 20 de abril, 15 años.", alzó la mirada y le sonrió a Sehun mientras lo abrazaba con cuidado de no volcar el pastel.

-¡Gracias, es hermoso!- exclamó. Sehun olvidó respirar ante la sonrisa de Luhan, era hermosa, magnífica, perfecta; aceptó el abrazo con gusto y lo hizo durar más de lo correcto. Cuando se alejaron agarró suavemente la mano del menor y le colocó el anillo en el dedo anular; Luhan solamente lo miraba, entre impactado y feliz, Sehun sonrió una vez más, se inclinó a besarlo en la frente y después de un «te espero abajo» salió de la habitación, dejando a un afanado Luhan quien, apenas se cerró la puerta, saltó de la cama directo a la ducha y de ahí a su armario; no sabía qué ponerse, quería que Sehun lo viera hermoso, así que escogió un pantalón negro ajustado, una camisa de mezclilla ancha y sus zapatillas favoritas: casual pero elegante, pensó. Se peinó y bajó saltando las escaleras; cuando llegó, Sehun lo estaba esperando, como siempre, parado frente al último escalón, le cogió de la mano y con la otra sosteniendo las llaves del auto y su billetera, se encaminaron hacia la puerta, y mientras Sehun ponía el cerrojo, Luhan corrió al auto y se subió de un salto.

Sehun entró detrás de él riendo -¿Estás muy emocionado?- preguntó mientras sacaba el auto del camino y se adentraba en la autopista. Luhan soltó una pequeña carcajada y se acomodó el cabello nerviosamente asintiendo –Sí, ¡ansioso de ver a Kyungsoo y a Baekhyun! Hace mucho tiempo no los veo y necesito hablar con ellos de muchas cosas.-

La música ocupó el silencio que los envolvía en su camino al restaurante, Luhan tarareaba contento y Sehun lo observaba relajado por el rabillo del ojo. Al llegar al restaurante, los amigos de Luhan ya estaban sentados en una mesa reservada para cuatro personas junto a otra más pequeña donde había una torta pequeña y algunos obsequios que habían enviado familiares lejanos para el festejado.

Luhan corrió a abrazar a sus amigos, estallando en carcajadas, algunas lágrimas y palabras enredadas. Una vez sentados, Sehun ordenó por los cuatro notando a los menores enfrascados en una acalorada conversación.

-Y Luhan, ¿Jongin te invitó a salir? El chico lleva enamorado de ti desde el primer año y tú no has sabido darle ni la hora, ¡no seas malo! Si no lo quieres solo dilo de una buena vez para que yo deje de sufrir- se quejó Kyungsoo mientras hacía pucheros, Baekhyun desde atrás asentía, dándole la razón al pelinegro.

Luhan iba a responder cuando sintió a Sehun tensarse a su lado, cerró la boca un poco confundido y al final dijo: -Sí, lo hizo. Pero él no me gusta, Kyung. Se lo he dicho miles de veces, ¡pero él no entiende! Además... a mí me gusta Minseok.- terminó agachando la cabeza con las mejillas rojas.

Sus amigos gritaron y Sehun se alejó un poco del menor, algo molesto e incómodo debido a la reciente declaración. La comida hizo que el ambiente se relajara y los regalos hicieron que Luhan olvidara lo sucedido.

Ya era tarde cuando regresaron a casa, Luhan estaba agotado, pero feliz, había disfrutado de su cumpleaños como nunca; pensaba con qué combinar el nuevo sombrero que le regaló Baekhyun o dónde iba a poner el cuadro que Kyungsoo había pintado para él, un bonito retrato de él frente a una ventana, observando a la nada. Suspiró pesadamente, de repente empezaba a tener sueño, se le cerraban los ojos y el mareo que tenía desde que salieron del restaurante se intensificó; al entrar a la casa, se dirigió a su habitación y Sehun lo siguió, preocupado.

-¿Qué pasa, bebé? Estás todo pálido, ¿te sientes bien?- le preguntó mientras se sentaba al lado del menor, quien estaba acostado en la cama, y le tocaba suavemente el rostro.

-No sé qué tengo, pero me siento muy mal, Sehun. Quiero dormir un poco.- murmuró adormecido. Sehun asintió, lo besó en la frente y luego, todo se volvió negro en la mente de Luhan.

Después de eso, recuerda haber despertado en esa misma habitación, con un terrible dolor de cabeza y con el estómago revuelto, cuando se enderezó, su estómago se reveló y corrió al baño, llegando justo a tiempo para devolver lo que no tenía en él. Estaba por levantarse cuando sintió una mano acariciar su espalda suavemente mientras una voz que reconocía perfectamente decía:
-Tranquilo, amor. Ya pasará, estarás bien.-

Just Be Mine [HunHan] [EXO FanFic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora