La novia de mi hermano (barbica)

Capitulo 1

La gente siempre dice que el corazón nunca escucha a la razón, que es imposible escoger de quien o no enamorarte, que eso está fuera de tus manos pero pareciera que el corazón siempre elige a la persona menos esperada, complicando absolutamente todo, ellos tienen razón, el corazón es terco y suele enamorarse de una persona que claramente no puedes tener, yo me había enamorado de una persona completamente prohibida pero en cierto punto cuando sus ojos se encontraron con los míos yo lo supe, supe que quererla iba a dolerme y mucho, supongo que es cierto cada palabra, cada teoría de la que la gente habla, solemos enamorarnos de personas que no podemos tener y bueno creo que yo no fui la excepción, tampoco pude salvarme de esa maldición.

Fue como si él hubiese encontrado la chica de mis sueños, recuerdo la primera vez que la vi entrar en la casa tomada de la mano de él, ella tenía sus mejillas completamente sonrojadas y una sonrisa tímida en sus labios rosas, recuerdo pensar que era la chica más hermosa que mis ojos habían tenido la suerte de ver, ella reflejaba inocencia y dulzura en sus ojos color cielo, y cuando su mano apretó la mía en signo de saludo juro que no quería dejarla ir, su piel era tan cálida y suave bajo mi tacto, como si ella tuviera la temperatura perfecta que necesitaba mi corazón, yo lo supe, el había encontrado a la chica de mis sueños. El problema era que la había encontrado para él mismo, la chica que había robado mi atención y mis noches de insomnio desde la primera vez que la vi. Era la novia de mi hermano ¿Irónico no crees?

Los mellizos Martínez eran completamente diferentes, tanto física como en personalidad, la mayor parte del tiempo estaban en desacuerdo en cualquier tipo de tema o gustos, sus fiestas de cumpleaños siempre eran un desastre cuando sus padres decidían celebrársela juntos, teniendo en cuenta que como mellizos ambos habían nacido el mismo día, prácticamente Barbara era la mayor por un par segundos y ella siempre sacaba ventaja de eso, Barbara y su hermano Matías eran un claro ejemplo del fuego y hielo, ella nunca llegó a pensar que les gustarían las mismas cosas hasta que Matías llevó a presentarle a sus padres su tercera novia, Micaela Suárez, ellos llevaban cinco meses saliendo, cinco meses que para Barbara eran una tortura completa.

Barbara siempre mantenía distancia con la novia de su hermano en estos cinco meses y las muchas ocasiones en las que ambas estaban en el mismo lugar ella la ignoraba, Barbara podía contar las veces que solo habían intercambiado un simple "hola" antes de que la chica de ojos marrones subiera a su habitación o fingiera estar entretenida en la televisión o en alguna otra cosa mientras escuchaba las risas y el sonido de los besos disimulados de su hermano y su cuñada, y para ser sinceros eso dolía, quizás te estés preguntando cómo pudo haber sucedido eso, como alguien con la que ni siquiera has compartido una conversación o una sonrisa o algún momento se haya metido tan dentro de tu cerebro que haga que no dejes de pensar en ella, Barbara aún trataba de averiguarlo, quizás fue por las cosas que su hermano le contaba de ella, o por las tardes que Micaela iba a su casa y ella la miraba desde lejos, quizás fue la forma en que ella sonreía y su lengua se asomaba tras sus dientes, o la forma que arrugaba la nariz con gracia, dios ella no tenía idea pero lo único que sabía era que esa chica era prohibida.

Matías muchas veces hablo con Barbara pidiéndole que fuera atenta con Micaela, que la dejara de ignorar incluso le pidió que la conociera para que pudieran llegar a ser amigas, Barbara se rió irónicamente negando con la cabeza, ella tenía miedo de estar cerca de su tentación, ella era impulsiva y sabia que si surgía una "relación amistosa" si ellas llegaban a convivir más o compartir más tiempo juntas ella probablemente cometería una locura. Aunque sabía controlarse, no estaba segura de sus límites estando con Micaela, a pesar de todo, Barbara amaba a su hermano y aún sabiendo que él era un completo idiota ella no podía meterse con su novia, de igual manera no había posibilidad de que Micaela se fijara en ella, la chica claramente no compartía su mismo interés por el sexo femenino, aunque muchas veces la había visto mirarla, no con ese tipo de miradas inocentes, Barbara podía notar algo más que "curiosidad" o quizás eran tantas sus ganas de que ella pudiera mirarla de otra forma que no fuera como la hermana de su novio. Había tantas cosas en juego que Barbara prefería mantener su distancia, poco sabia que esa tarde todo cambiaría.

Twitter: @suarezbrave