Soy Tuyo |j.b|

30.

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Entre al departamento con algunas bolsas en mis manos, he ido al supermercado para tener alimentos en la nevera, hace varios días que solo me he alimentado de comida chatarra.

Solté un suspiro de cansancio cuando las bolsas tocaron el taburete, si que están pesadas, abrí una de ellas buscando las sodas que compre las cuales son mis favoritas.

Por el pequeño pasillo camine hasta la habitación, entre en ella encontrando todo como lo deje esta mañana antes de salir a trabajar a la agencia.

Retire mi ropa de trabajo junto a mis tacones cambiándolo por una remera larga y solo mis bragas. Tome todo mi cabello e hice una cebolla desordenada en el.

De un pequeño mueble que tengo, tome un libro que he estado leyendo durante estos días, se llama "Orgullo y Prejuicio", no he abandonado mi hobbie favorito, la lectura.

Finalmente, salí de la habitación descalza con el libro en una mano y mi celular en el otro, cogí la soda del taburete y con todo eso me acerque hasta el pequeño balcón que tengo en el departamento.

Me senté en una silla colgante de color negro que tengo en una esquina, en medio del balcón hay un juego de mesa y sillas para visitas y algunas plantas y flores en tono de adorno.

Desde que llegue a Washington con Joe, exactamente un mes, este es mi panorama de cada tarde al llegar del trabajo. Sentarme en el balcón, bebiendo una soda y leyendo un libro.

Aquí en Washington no tengo amigas, en la agencia donde trabajo hay muy pocas y digamos que no tengo una excelente relación todas, solo con los hombres que son bastante agradables.

Joe en este tiempo que estamos aquí, se ha portado muy bien conmigo, el departamento que dijo que viviría es muy lindo. Algo pequeño pero muy acogedor, esta perfecto para mi que vivo sola.

A los días de nuestra llegada, me invito a desayunar con los ministros y el presidente Barack Obama, una persona que siempre quise conocer y tuve el agrado de tener.

También conocí a su esposa, Michelle Obama, ambos son muy simpáticos, me cayeron de maravilla. Regresando al tema, no tengo ninguna queja de Joe, ya lo he considero como un gran amigo por todo lo que hace por mi aquí.

Casi todos los días hablo con mi padre, tía Lucy y Jess de quienes estoy al tanto de lo que ocurre con sus vidas. Jess vino a visitarme hace unas semanas, se quedó conmigo por unos días antes de regresar a Los Angeles.

Extraño mucho Los Angeles, especialmente a mi familia, es duro no poder estar con ellos diariamente, pero este tiempo en Washington me ha servido bastante.

Pude subir los pocos kilos que había bajado de mas, ahora estoy en buena forma, además, he podido pensar con claridad el tema de Justin y el embarazo de Alice.

¿Lo extraño?, si, bastante, Justin me hace mucha falta, lo necesito mas que nunca. Aun me duele que todo entre ambos haya terminado, todavía lloro por esa situación, ese tema no esta superado para mi.

Aquí no puedo ver a ningún hombre con otros ojos, el nombre de Justin esta tatuado en mi corazón, todavía lo amo y no quiero dejar de hacerlo, es la persona mas importante de mi vida.

Un sonido me saco de mis pensamientos, rápidamente mire mi celular que esta sonando entre mis piernas. Deje el libro a un lado para atender la llamada.

-¿Hola?-pregunte.

-Hola, princesa-hablo mi padre por la línea.

-¡Papi!-dije emocionada por la línea-¿cómo estas?.