Primer día.

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-¿Y bien que les parece la nueva casa?-. Dijo mi padre emocionado.

 -Ah... si...bien. Claro-. Dijimos Ren y yo indiferentes.

 -Bueno... entren a desempacar y a ordenar y luego cenamos ok?-.

 Al entrar me quedé pasmada, era hermosa, una escalera gigantesca en la mitad de la recepción, muebles de pino por todos lados y flores, las paredes pintadas de un color claro... ¡oh dios!, quizás no fue mala idea mudarnos, aunque sería perfecto de no ser por ese adefesio que rondaba por toda la casa como niño en una juguetearía. En fin, decidí ignorarlo y subí a la habitación que me señalo mi padre a dejar mis cosas  y ordenar. Wow era perfecta para mi! una cama que estaba justo en la mitad de la habitación, un closet  amplio en la esquina, las paredes tapizadas con un diseño bintage ,súper mono, alfombras rojas, lámparas con detalles de flores, y muchas otras cosas más que me fascinaron! era mi habitación ideal!

 Bajé las escaleras para ir a  cenar. Ya me había bañado, cambiado ropa, ya que la otra estaba sucia por así decirlo ya que estuve ordenando todo en mi habitación y más con el calor que había hecho ese día...Bueno al bajar pude ver a Liza en el comedor ordenando los cubiertos encima de la mesa, mientras veía que la lasaña estuviera lista, Mientras claro, los "hombres" de la casa sentados ya en sus puestos como bien machos que son, dejando todo el trabajo a las mujeres.

 -Liza... ¿Quieres que te ayude?-.

 -No! tranquila linda puedo hacerlo yo sola!-.

 -Mh... Liza... ¿Sabes cocinar?-.Liza me miró con una cara de extrañada, quizás la ofendí, pero es que jamás pensé que Liza cocinaría.

 -Claro que si sé cocinar! -. Bufó mientras vía si la lasaña estaba lista.- Y tú Mei... sabes cocinar?-.

 -El cereal con leche cuenta? o... Tostadas con mermeladas?-. Dije un tanto pensativa. Sabía que eso no era cocinar pero quería relajar un poco el ambiente que había.

 -Claro que no cuanta!-. Ambas nos reímos.

 Luego fui a mirar a mi padre que estaba sentado en la cabeza de la mesa, bufando porque todavía no estaba lista la comida, awww! se vía como un niño... si, un niño muy grande y con bigote... al pensar eso solté una risita ya que recordé que mi padre conmigo siempre se había comportado muy maduro.

-Mei, ve a sentarte, ya esta listo-. Dijo Liza sacando la lasaña del horno. Dejen me decirles que se veía muy suculenta.

 -No, tranquila Liza yo te ayudo a llevar los platos, no puedo dejar que hagas todo tú sola-. Le dije frunciendo el seño.

 Mientras cenábamos los únicos que hablaban era Liza y mi Padre, mientras que Ren y yo solo nos concentrábamos la comida.

 -Chicos! están muy callados el día de hoy...- Dijo mi padre levantando una ceja.

-Es que estoy muy cansada por la mudanza-. -Yo me siento igual-. Dijo Ren mientras se echaba un pedazo de lasaña a la boca.

-Bien chicos, entonces apenas terminen de cenar se van a la cama ok?-. 

Al terminar de cenar tomé mi plato sucio, lo deje en el lavaplatos y subí rápidamente a mi habitación, me puse el pijama y al recostarme me quedé dormida en un instante.

Me desperté en mitad de la noche por que calor que hacía, cuando de repente sentí la puerta abrirse y unos pasos que se venían acercando y sentí como se hundía la cama, como si se hubieran sentado en ella. Me hice la dormida, no quería ver quien era.

¿Hermanastros?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora