CAPITULO 5

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Años atrás

Luna

- ¿Tú crees que el volverá?

-No me interesa-espete un poco enfadada y dolida.

-Es que no entiendo, eran tan buenos amigos y ¿de repente se va sin más? ¿sin una carta? ¿sin despedirse? Todo esto están absurdo.

Yo también lo había pensado, pero ya no más. Si el que se quiso ir, sin despedirse y de esa forma, problema suyo. No iba a darle más vueltas y tampoco iba a confiar más en las personas, especialmente en los hombres.

-Para mí hay gato encerrado-frunció el ceño sol.

-Cállate, no quiero hablar más del tema. Nate es un tema zanjado y una palabra prohibida de ahora en adelante.

Actualidad.

¿Esto es una puta broma verdad? -dije sin poder creerlo.

-Luna-fue a decir Dominik, pero Matt lo interrumpió.

-Son las reglas del juego preciosa ¿acaso tienes miedo de perder? -sonrío.

¿Miedo a perder? ¿Yo? Ja, iba a borrarte esa sonrisa a golpes estúpido.

-Ya veremos quien se va a casa llorando-dije entre dientes.

Un oh colectivo, se escuchó de los otros alumnos.

Analice a mi contrincante como siempre hacía cuando tenía que pelear. Matt era un hijo de puta grande, su espalda estaba llena de músculos y tatuajes. Pero a mí no me causaba nada más que repulsión y frustración, de que no me dejara en paz.

Este chico no se cansaba de acosarme. Hoy sería mi día, me vengaría de todos sus acosos y le sacaría las ganas de buscarme de una vez por todas. No me paso desapercibido los suspiros de las otras hembras, él estaba bueno, pero no era mi estilo. Rodé los ojos, hasta que vi que Nate llegaba, junto a la perra de Samantha. ¡Genial! Esto no podía ponerse mejor.

Él también me analizo, podía ver como sus ojos escaneaban todo mi cuerpo, de una manera inapropiada. La idea de golpearlo se hizo muy tentadora, pero tenía que esperar a que Dominik tocara la campana o quedaría descalificada.

Pude ver como Nate se acercaba a Dominik y le preguntaba algo. Luego frunció el ceño y me miro con intensidad, poniéndome nerviosa. Tuve que desviar mi mirada a otro lado, no necesitaba ningún tipo de distracción y tampoco ser adivina para saber que hablaban de mí.

-Ya conocen la reglas - Dominik nos miró a ambos seriamente- la pelea termina cuando uno de los dos no se pueda levantar o cuando suene la campana.

Lo mire y gire mi cuello hacia un costado haciéndolo tronar. Él se quedó sonrió con arrogancia, estaba segura que me estaba subestimando y pensaba que la pelea ya estaba ganada, pero ¡que equivocado estaba! De pequeña era más predecible, pero había madurado y aprendido unos cuantos trucos. Siempre cambiaba mis tácticas y nunca enfrentaba a mis oponentes de igual forma.

Le sonreí a propósito y su sonrisa se hizo más amplia. Cuando llegue a estar a dos metros de su cara, le pegue un puñetazo en el ojo, tirándolo levemente para atrás.

Las personas gritaron un ay de fondo. Matt se me vino con todo a devolverme el puñetazo, pero lo esquive rápido y poniendo el pie, hice que se cayera de cara.

- ¡Ups! -dije sonriendo y las risas no tardaron en llegar. Él se levantó de un salto furioso y fue por mi cuello. No fue tan rápido y me escabullí por detrás, pegándole una patada, que lo dejo nuevamente en el suelo.

El gruño y me miro con odio, se volvió a poner de pie y me pego un puñetazo en el estómago. Me quede sin aire dos segundos, respire hondo como me había enseñado mi padre y lo mire furiosa. Nadie me golpeaba y se salía con la suya. El corrió hacia mí, con todas las intenciones de noquearme, pero yo no iba a dejarlo.

Cuando lo tuve lo suficiente cerca, me escurrí por detrás y saltando enrede mis piernas en un cuello. Él quiso sacarme de encima arañando y pegándome, pero resistí y apreté un poco más. Pude sentir como su cuerpo perdía fuerza, a causa de la falta de aire, hasta que se desmayó.

Cayó de rodillas y justo en el momento cuando la campana sonó, declarándome como ganadora. Libere su cuello, levante mis manos en señal de victoria, las personas me aplaudieron gritando eufóricas. Sentí un dolor punzante al levantar los brazos y me agarré las costillas, pareciera ser que la patada que me dio ese infeliz, no había sido muy centrada.

Dominik entro y me miro analizándome-¿estás bien?

Asentí cuando otro par de brazos me atrajeron a un pecho duro- me estas apretando-le dije al extraño.

Hasta que inhalé su perfume y maldije entre dientes -suéltame Nate.

El me soltó y me agarro la cara con las manos - ¿estás bien pequeña? - estaba preocupado y enojado-voy a matarlo, mira cómo te ha dejado.

-No me digas así y ¿a ti que te importa cómo estoy? - gruñí.

Le había herido, lo sabía, pero se lo tenía merecido. No podía pretender que después de haberme abandonado sin despedirse o comunicarse por tanto años, seamos los mismos amigos de siempre. Tyler me agarro de los hombros y me abrazo- voy a matarlo-gruño-es un cobarde, esa no es manera de pelear con una hembra.

-Tranquilo Ty, estoy bien-dije tratando de respirar y no ofenderme por su comentario machista.

- ¡Nena! -chillo Larissa apretujándome.

-Lar me duele- me queje.

-Ay perdóname estaba tan asustada y a la vez cabreada. ¿Ese estúpido te dio duro no?

-No tanto- estaba acostumbrada a los golpes y al dolor. Mi orgullo dolía más, hace mucho tiempo que no dejaba que alguien llegara a golpearme y eso me estaba aniquilando.

Después de pasar por todos los abrazos, me saque las protecciones y me masajee las costillas. En unos días sanarían sin problema.

Larissa se puso pálida y chillo apuntando atrás mío - ¡Lulu!¡Detrás de ti!

Me di vuelta a ver por qué había tanto problema cuando vi a Matt correr hacia mí, con la intención de embestirme. Lo que me sorprendió no fue eso, ya que sabía que Matt no era buen perdedor, sino fue ver como un furioso Nate lo noqueaba de un solo golpe.

Nunca lo había visto así, la vena en su cuello era gigante y la expresión salvaje en su rostro daba miedo.

¿Cómo un simple humano pudo derribar a un hombre lobo de un solo golpe?

Nate me miro intensamente y mi instinto me pidió que corriera, pero me quede mirándolo estupefacta. Dominik se le acercó y le dijo algo en el oído, el refunfuño y se fue golpeando unas sillas, dejando a más de uno, incluyéndome, con la boca abierta.

AMOR A DESTIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora