Mi enemiga

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Bora 

Después de salir del veterinario me iba a llevar a la gata a mi departamento pero me detuve a  pensar en donde la tendría y pensé en Joong Ki - shi ya que el tiene espacio y esta solo. Pero no estaba segura si el estaría de acuerdo con la idea, así que sólo me quedé ahí y lo pudo deducir por si mismo llevándose  la gata a su casa.

Mientras Joong Ki - shi fue a dejar a la gata yo me dirigí a la playa, y como solo tenía la carta como regalo pase a una pastelería a comprar la torta favorita de Joong Ki - shi. Al llegar a la playa deje la manta sobre la arena y puse la torta deje mis cosas y me acerque a la calle para que viera donde estaba.

Cuando llegó se sacó las zapatillas y se las guarde, caminamos descalzos por la arena mientras estábamos tomados de la mano, llegamos hasta la orilla y le pase la carta diciendo que lo sentía por no haber preparado nada especial, pero él me dijo que no me preocupara, aún así quería seguir insistiendo en el hecho de no haber hecho nada, pero antes de que siguiera insistiendo me da un beso acercándome hacia él mientras yo apoyaba  mis manos en su hombros.

Lo tomé de la mano y lo llevé  donde había dejado la torta.

- Oppa cierra los ojos.

- Esta bien.

- No mires, si lo haces se arruinara la sorpresa - dije encendiendo la vela.

- No lo haré.

- Abre los ojos - dije poniéndome frente a él.

Abrió los ojos lentamente y me miró sorprendido.

- Apaguemos la vela juntos.

Asintió acercándose a mí.

Le serví un poco de torta y la guarde, comimos y nos fuimos. En ésta ocasión iría a dejar a Joong Ki - shi a su casa por primera vez.

Al llegar a la casa de él, vi lo hermosa que era y lo ordenada que estaba. De repente aparece la gata al lado mío la tomo y miro a Joong Ki - shi.

- Oppa ¿Qué nombre le pondrás?

- Mmm no se todavía, no lo he pensado.

- Mmm tampoco se me ocurre un nombre para ella.

- ¡Ya sé! Se me acaba de ocurrir un nombre perfecto para ella.

- ¿Cuál? - dije entusiasmada.

- Marie.

- ¡Oh! Como la gatita de la película Aristogatos.

- Si, se parece mucho.

- Si, falta sólo ponerle unas cintas rosadas.

- Solo dejémosla así.

- No, yo quiero ponerle una cinta - dije dándome vuelta.

Se pone frente a mí y pellizca mis mejillas.

- ¡Oppa! Me duele - dije tomando sus manos.

Sólo sonrió, pellizque sus mejillas también para después darle un beso.

- Debo irme.

- Esta bien te voy dejar hasta el auto.

- No es necesario ésta ahí mismo.

- Te puede pasar algo.

- Oppa.... no pasará nada solo déjame aquí.

Puse mis manos en sus mejillas, dándole un beso  e irme.

Al día siguiente cuando fui a la academia todas comenzaron a felicitarme y no sabía por que, todavía no dábamos las pruebas oficiales como para saber quien era la ganadora. De repente se acerca Cheol Yong.

Thing of the DestinationWhere stories live. Discover now