- Les dije que la chica no era fácil –murmuró Albert en dirección a los padres de Max en un intento de que no lo escuchara, pero era algo imposible ya que estaba a mi lado-

- Tú te vas conmigo, y es una orden no una pregunta.

Gruñó Max jalándome nuevamente del brazo. Mi ceño se profundizo y rápidamente le di un empujón con mi brazo libre para que me soltara. Oh no, él no tenía ningún derecho de tratarme de esa forma.

- Tú no me das ninguna orden –dije alzando mi voz. Si bien yo no podía mover o quebrar cosas, cuando me enojaba y gritaba, bien podía dejar sorprendido y sin palabras a Max-

- Bien.

Ni siquiera intentó retenerme de nuevo, simplemente se dio media vuelta, saliendo por la puerta principal de la casona, dejándome aquí, junto a su abuelo y... sus padres. ¡Joder! ¿En serio acababa de dejarme en esta casa junto a su padre? ¿Es que acaso no le importaba que me pasara algo?

- No te preocupes –habló Albert- él volverá. Ya sabes cómo es, se desespera cuando la gente no hace lo que él quiere.

- ¿Qué le dijeron? –espeté en dirección a sus padres. Estaba segura que ellos le habían dicho algo para que él reaccionara de esa forma-

- Solo la verdad –respondió su padre a la vez que se volteaba a hacerle un gesto a su esposa- Vamos, Crystal.

- ¿Qué verdad? –pregunté aguantando las ganas de lanzarme sobre ese horrible y loco extraterrestre que tenía enfrente-

- Ya sabes –dijo sonriéndome de medio lado con ese tipo de sonrisa burlesca- que tú...

- ¡Marcos! –interrumpió Crystal- cállate y deja que ellos hablen las cosas, por favor no te metas donde no te incumbe.

- ¿Qué no me incumbe? Es mi hijo el que está...

- Es NUESTRO hijo, y está bastante mayorcito como para que tome sus propias decisiones –sentenció mirando de mala manera a Marcos-

Ok ¿Qué había pasado aquí? ¿Desde cuándo que la madre de Max actuaba tan amablemente frente a mí y defendía a su hijo? Porque recuerdo claramente el día en que ella lo trataba como un niño que no sabía lo que estaba haciendo y que además, estaba totalmente en mi contra y que, obviamente también me quería muerta.

Y al igual que lo había hecho Max, Marcos dio media vuelta y salió por la puerta principal sin siquiera decirle una sola palabra a su mujer, ¿Se habían comunicado de esa forma tan particular que tenían o simplemente se había ido sin decirle una sola palabra? Crystal lo miró detenidamente y de brazos cruzados hasta que él cerró la puerta a su espalda. Vaya, vaya... de tal palo, tal astilla. Ahora entendía mejor a quién había salido con ese humor tan peculiar que tenía.

- No te preocupes por lo que dijo –murmuró Crystal en mi dirección- a veces le gusta exagerar las cosas.

Asentí sin prestarle demasiada atención. No tenía intención alguna de hacerme amiguita de la madre de Max, no gracias. Por mucho que intentara ser amable o que se pusiera a defendernos, no iba a caer tan fácilmente, podía perfectamente estar actuando de maravilla para embaucarme y luego llevar a cabo su siniestro plan. No, no. Prefería mantenerme alejada de ella lo más que pudiera.

- Me gustaría que...

- Voy a ir a la habitación un momento –dije interrumpiéndola, mirando al abuelo. Ya me imaginaba como terminaría aquella frase y la verdad es que no tenía ganas de hablar con ella-

Los Warner #2: No confíes en nadieWhere stories live. Discover now