Se hizo un largo e incómodo silencio.
Más tarde, contestó.
-Tengo mis motivos.
-¿Qué motivos?
-¡Quién sabe!- Dijo frunciendo el cejo.
Después de eso, comenzó a caminar.
-¿A dónde vas?
-Oh, es verdad... Debemos separarnos aquí. Seh... uh... A partir de ahora, debes buscar un equipo. Ten cuidado de a quién conoces. No te acerques mucho a mí.-Sigue caminando- Adiós~
No podía alcanzarlo.
Estaba fuera de mi alcance.
Miré su espalda alejarse, hasta que su silueta desapareció.
Me quedé mirándole, perpleja.
¿Qué hago ahora?
No sé que hacer.
¿Buscarme un equipo? ¿Cómo se hace eso?
Me senté entre aquel vacío de color blanco.
Pasó mucho tiempo.
Vi a alguien a lo lejos.
Recordé la anterior situación y me asusté.
Empezó a hacer gestos con la mano.
Al parecer, a mí;
pues no había nadie más.
Me levanté y con cierto pavor me acerqué.
Estaba muy lejos.
Parecía que cada vez estaba más y más lejos.
Una luz blanca me cegó.
Aquella persona desapareció.
En su lugar, había algo pequeño.
Estaba tirado en el suelo, brillaba.
Fui corriendo hacia aquella cosa.
Me agaché y lo recogí.
"¿Qué es?
Parece un espejo."
Levanté la mirada y todo a mi alrededor,
aquel vacío blanco,
había desaparecido.
Ahora, todo estaba rodeado de "espejos".
Mi reflejo no estaba en ninguno uno de ellos.
...¿Qué clase de espejos son estos?
Caminé lentamente... Buscando una salida.
Escuche una risa. Parecía ser la de una chica.
Esa voz... se parecía a la mía.
-¿Qué estás buscando?- Preguntó una voz semejante a la mía.
-...¿Quién eres? ¿Qué es esto?
No obtuve respuesta.
En uno de los espejos, vi una sombra.
Parecía ser la de una chica, la cual pasaba de un espejo a otro.
-No estás acostumbrada a este mundo, ¿verdad?- Preguntó.
Iba muy rápido, era como si se teletransportase de un sitio a otro.
Miré a todos lados, nerviosa;
intentando encontrarla.
-¿¡Quién eres?! ¡¿Qué quieres de mí!?
Sentí como si todo se hubiera paralizado. La chica apareció detrás mía y susurró perturbadoramente:
-...Quiero que pierdas tu cordura~
Mis pupilas se encogieron y me giré rápidamente, pero no había nadie.
Los espejos se rompieron, dejándome de nuevo en aquel espacio blanco.
¿Qué fue eso?
¿Quién era esa?
Era muy similar a mí.
No logro entender nada.
Miré mis manos asustada, una de ellas tenía un "pequeño" corte.
Escuché un sonido extraño.
Parecía la notificación de un móvil.
Vi una especie de panel delante de mis ojos, había varias opciones.
En la esquina inferior de la derecha me aparecía una especie de notificación.
Alcé mi dedo y pulsé la casilla.
"Nuevo item desbloqueado: Sudadera rosa"
Eh... Bueno, algo es algo...
...Supongo.
Me equipé la sudadera.
-...¿Qué se supone que debo hacer ahora?...-Pregunté.
Obviamente, no obtuve respuesta.
-¿Necesitas ayuda?
Me giré.
Una chica rubia de ojos azules me miraba con una sonrisa.
-Eh... Bueno... Soy nueva aquí, y... no sé a dónde debo ir...- Dije mientras acariciaba mi brazo, algo nerviosa.
La chica me volvió a sonreír.
-Uhm... ¡Ya sé, sígueme!
La chica me agarró de la mano y comenzó a andar.
-¿Hacia dónde vamos?- Pregunté.
-Te llevaré hacia mi gremio. No somos muchos, y estoy segura que te aceptarán- Sonrió.
Sonreí levemente.
La chica sacó de su "inventario" una tarjeta, la cual hizo que se abriera una especie de portal, el cual comunicaba con un bosque, o eso creo...
Entramos.
Estuvimos caminando por un largo rato, cuando por fin llegamos a una "casa".
-¿Es aquí donde vives?
La chica asintió.
-Seguro que todos están en casa.
Esa chica... Parecía ser muy alegre. No dejó de sonreír durante todo el camino.
Sacó otra tarjeta y abrió la puerta.
-¡Ya estoy en casa!- Dijo con felicidad.
-¡Bienvenida, Naho!- Exclamó una voz, al parecer de una chica.
"Naho" me llevo hacia uno de los cuartos.
-¡Nanako, Nanako! Encontré a esta chica perdida... ¿Podemos añadirla a nuestro gremio?
Eh... ¿Es como si se hubiera encontrado a un animal o me lo parece a mí?
-Hm... ¿Nueva?
Naho asintió.
Seguidamente, salió del dormitorio de aquella chica.
-¿Cómo te llamas?
-Me llamo... Natsuki.-Respondí con algo de inseguridad.
-¿Es la primera vez que vienes aquí?
Asentí.
Esto era parecido a una entrevista de trabajo.
-¿Sabes los controles básicos del juego? ¿Conoces a alguien que te pueda ayudar?
-Bueno... Conozco a alguien, pero... Al parecer me odia.
-¿No tienes un gremio? ¿Un lugar al cual volver?
Negué.
-Hm... -Suspiró.- Bueno, está bien... Pero si llegas a traicionarnos te mataré, ¿De acuerdo?
-No lo haré.- Dije con decisión.
Me sonrió y salí del dormitorio. Naho me esperaba con una sonrisa.
-¿Qué tal te fue? ¿Te admitieron?
-...Creo que sí...-Dije un poco insegura.
De pronto volvió a sonar una notificación.
Pulsé el icono que ponía "notificaciones".
"¡Felicidades! ¡A partir de ahora formas parte de un gremio!"
"Nuevo objeto desbloqueado: Tarjeta de hogar."
-¡Yay! ¡Estás en nuestro gremio!
-¿Para qué sirve la "tarjeta de hogar"?- Pregunté algo confusa.
-Es como una llave. Con ella, podrás abrir la cerradura de esta casa y tu dormitorio.
-¿Mi dormitorio?
-Síp. Todos tenemos uno. ¡Sígueme, te enseñaré el tuyo!
En la tarjeta venía escrito el número 3.
-Oh, espera, quiero que conozcas a alguien...
Me guió hasta el dormitorio número 2.
-¡Naoto-Kun! ¡Naoto-Kun! ¡Abre la puerta!- Dijo mientras llamaba a la puerta.
-Sí, sí, ahora salgo...
...Espera...
"¿Naoto-Kun?"...
Abrió la puerta de su dormitorio.
-¿Qué es lo que...?
Me miró perplejo.
-¡Ella es Natsuki, la nueva integrante del grupo!
Era... Samukawa.
YOU ARE READING
Into the Game
Random"We are not the only players of this game." ¿Qué esperas? ¿Un resumen? No creo que pueda resumir mi historia en unas pocas líneas. Nada está claro, todo va sobre la marcha~
