Cap3- Encontramos algo

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- Jacob ¿Cual carta? ¿Sabes donde esta?

- No... -su voz fallo.

Estaba claro lo que tenia que hacer.

[...]

- ¡Quiero tres equipos de búsqueda en la casa de los Blair¡ ¡Busquen en cualquier rincon! ¡No quiero que dejen lugares sin revisar!

Se dirigia a toda prisa a la casa de los Blair.

Esto era lo que necesitaba una pista (segun las circunstancias). Esto le daría la razon para encerrar a Jacob o se la quitaría y terminaría en el mismo lugar. En la nada.

La casa aun tenia el olor putrefacto de la sangre de los cuerpos. Los forenses no habían limpiado la escena por varios motivos.

- Nada en la cocina -informó el primer equipo de investigación.

Wells estaba desesperado, tanto como un niño puede estar al saber que le daran un chocolate o un regalo. Ya había pasado un mes desde la ultima carta.

Arrugo su nariz, no le gustaba recordar eso y menos en éstos momentos. Apreto el puente de su nariz con sus dedos tratando de alejar esos recuerdos tormentosos.

- ¡Detective Wells, no encontramos nada en la sala! -informó el segundo equipo.

- ¡Vuelvan a buscar, Dios! -su celular no paraba de vibrar en su bolsillo. Lo había ignorado desde hace horas no queria lidiar con más nada que no fuera encontrar la carta... y luego arrestar a Jacob.

Sus pensamientos vagaban en la ilusión de la carta, ver la perfecta caligrafía con tinta azul explicando el asesinato de su familia o una posible amenaza. En varios momentos penso que tal vez la carta solo era una distraccion de Jacob para ganar tiempo o confundirlo, pero no podía menospreciar cualquier información... incluso si provenía de el.

Su celular volvió a vibrar y colgó la llamada.

[...]

- ¡Detective, el jefe quiere hablar con usted! -gritó uno de sus oficiales mientras sostenía un celular negro en sus manos.

Camino lo más lento que pudo. Hablar con el jefe no era muy agradable para el, lo tenía colgando de un hilo con la amenaza de despedirlo desde hace ya varias semanas atrás.

- Diga -contestó con una ronca voz.

- ¡Wells!

El grito de aquella voz provoco un aturdimiento en su oido derecho que no le quedo de otra que alejar el celular de si mismo

- Sí, jefe.

- Rayos, Wells, llevo llamandote desde hace dos horas ¿Por qué no contestabas?

Sus fosas nasales se agrandaron al inhalar con evidente enojo.

- Estoy buscando una pista...

- ¡Me vale!

Ese viejo era una patada en la entrepierna.

- El muchacho, al que pichas por asesino, necesita ir al funeral de su familia y necesito que lo vigiles, después de todo lo necesitamos para resolver este caso. No quiero que el asesino lo mate antes de que vuelva a la comisaría.

¡Yo no fui!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora