The Murderer Of Amstelveen. |Martin Garrix|

Ha Regresado.

—Martijn. — dije entre dientes. — ¿Por qué todos nos miran así?

Ya habíamos llegado a la secundaria y todos estaban afuera, unos hablando, otros escuchando música. En fin, cuando Martijn y yo bajamos de su motocicleta todos se nos quedaron viendo y eso no me gustaba.

—No lo se. — respondió colocandose sus lentes negros de sol. — O bueno, quizás si lo sepa.

Rodee los ojos y lo mire.

—De todas formas me iré al infierno. — dijo cuando paso uno de sus brazos por mis hombros y comenzamos a caminar.

Todos se aportaban dejándonos espacio.

—Eres malote. — comenté cuando llegamos a mi casillero.

—Y tu eres una hermosura. — dijo sonriendo de lado.

Las clases pasaron rápidamente y ya me encontraba en mi casa y a mi lado estaba Martijn. Los dos estábamos acostados en el mueble de la sala y veíamos tv.

—¿Sabes? — dijo dejando de acariciar mi cabello. — deberíamos de ir a la feria del pueblo. — comento.

Me levante un poco y lo mire sonriente.

—¿Enserio? — pregunte.

—Si, enserio. — respondió sonriendo. 

Me levante del mueble de un salto y comencé a aplaudir como niña pequeña. Tenía años que no iba a una feria,  bueno. Desde que sucedió lo de mi padre. 

Me fui a mi habitación a arreglarme y Martijn se fue a alistarse, me dijo que pasaría por mi a las 7:00 p.m y ya eran las 6:30.  Maldije en voz baja

«Buen momento para tener toda la ropa linda de salir sucia ¿eh?» 

Lo único que encontré fue un short, corrí hacia la habitación de mi madre con simplemente un paño puesto. Busque en su armario aquella camisa ajustada de color negro que tanto me gustaba y nunca me había podido poner por culpa de mi timidez. La prenda era hermosa aunque algo abierta, mucho para mi.

Me vestí y busque en el armario de mi mamá sus botas negras. Me cepille el cabello y me maquille un poco. El timbre de la casa sonó y baje las escaleras literalmente corriendo.

—No se porque, pero ya se me quitaron las ganas de salir. — dijo Martijn al echarme una ojeada de abajo hacia arriba.

—No se porque, pero tome eso como algo de doble sentido. — dije sonriendo.

Martijn soltó una carcajada y me miro con una sonrisa pintada en sus labios.

—Te ves hermosa. Es lo que quería decir. — El se acerco a mi oído y susurro. — No quisiera exhibir tu extraordinaria belleza, pero te prometí ir a la feria.

Me golpee mentalmente, mi mente me había echo mal pensar esa frase, pero con alguien tan irónico como Martijn es difícil entender el verdadero significado de sus palabras. 

El rubio me extendió su mano y la tome rápidamente. Nos fuimos en su motocicleta y rápidamente llegamos. Compramos los boletos y comentamos comenzamos a subirnos en diferentes atracciones.

—Oye tu. — me dijo uno de los chicos que estaba con su grupo de amigos. Lo mire y este sonrió cinicamente. —¿Cuanto cobras la hora?

Abrí los ojos ante aquella pregunta tan ridícula y estúpida ¿Acaso me trataba de Prostituta? El y sus amigos comenzaron a reír y Martijn apretó mi mano tan fuerte que al soltarla quedo roja.

—Deberías de tener más cuidado idiota ¿sabes con quien te has metido imbécil? — pregunto molesto mi acompañante.

—Dejalo. — susurre tomando su hombro para calmarlo.

Martijn cuando se ponía tenso o molesto daba miedo, o por lo menos a mi me daba miedo. Aquellos chicos siguieron burlándose pero antes de que algo pasara a mayores nos fuimos.

Martijn no vino a dormir conmigo, supongo que querrás dormir bien sin mis pesadillas del asesino en mi mente.

Me levante y baje las escaleras a prepararme un café, prendí la radio y la noticia que dijeron me hizo estremecer.

Ayer en la noche ocurrió una Masacre en la conocida feria. Los fallecidos son un grupo de 6 chicos jóvenes.  No se sabe nada al respecto del causante de aquellas muertes, el departamento de policía recomienda quedarse en su casa y si observan cualquier cosa sospechosa llamar inmediatamente a la policía. 

Se teme que el asesino de Amstelveen haya regresado.

“Y luego de tanto tiempo, tus demonios internos deciden florecer nuevamente. Mostrando que en realidad siempre has sido un monstruo, que sólo tu verdadera personalidad se ha tomado unas vacaciones, pero ya volvió y esta vez vino para quedarse”