Capitulo 1: Atraso

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Karol Brown

 Mi cabello enredado, se extiende sobre mi cara, y un sonido tormentoso invade mi sentido auditivo.  Decido abrir los ojos finalmente, me encuentro acostada en lo que sería mi cómoda cama, escaneo la habitación en busca de lo que produce aquel sonido, y me detengo en seco, cuando me percato, que el mismo, proviene de mi celular. 

Lo agarro rápidamente con manos temblorosas, todavía no entiendo la razón y observo la pantalla incrédula, al leer "Numero Desconocido" con letras parpadeantes.

Atiendo la llamada en seguida, sin ni siquiera imaginarme de quién podría ser...

-¿Aló?

-¿Estoy hablando con Karol Brown? 

-Es ella, ¿Quién habla? -Mi ceño se frunce casi inmediatamente. 

-Tienes que tener cuidado... - Su voz es apresurada. - ¡Maldición...! - El similar sonido de algo rompiéndose invade el lugar. 

-Si esto es una broma, le pido que la deje de inmediato, se puede meter en serios problemas... 

-No confíes en cualquiera, hazme caso y si es posible no salgas de tu casa. 

-¿Quién mierdas habla? - Repito, casi perdiendo los estribos. 

 -Por favor, te lo pido, haz lo que te digo... - Y así, con falta de palabras, se terminó la llamada. 

Alejo el teléfono de mi oreja y estoy temblando. Como una desquiciada, a más no poder y yo simplemente no sé que hacer, cómo reaccionar, no entiendo siquiera qué se supone que debería hacer.

Estas y más preguntas invaden mi mente, cuando el estúpido celular, vuelve a sonar desesperado, buscando atención. Pero no pretendo seguir, torturándome de esta forma. 

Lo dejo a un lado, donde se encuentra ubicada una mesita de noche, abarrotada con otras cosas más, por supuesto. El orden nunca ha sido parte de mi día a día. 

Me recuesto nuevamente en la colcha, intento en vano respirar, tranquilizarme, pero las manos me pican por agarrar el estúpido teléfono. Las ansias de gritarle a quien sea que llama me consumen poco a poco. 

El teléfono deja de sonar y estoy casi sin aliento. Pensé que nunca dejaría de sonar...

Exhausta de todo, me levanto de una vez por todas, observo la hora en el reloj de pared, son las 6: 10. Demasiado temprano para mi gusto, aun así, sé que de ninguna forma, volveré a quedarme dormida. 

-¡Karol! - Escucho la voz de mi madre gritar, detrás de la puerta. 

Yo paso saliva. Intento sonar tranquila - ¿Qué sucede?

-Te están llamando, levántate. 

Ay mierda. 

Salgo abriendo la puerta, casi enseguida. 

-¿Quién llama? ¿Hay alguien afuera? - Mis preguntas son como agujas, pero ella no lo sabe, está claro, su mirada es serena y escasa de inquietud. 

-Hija en el teléfono de la casa, parece importante, contesta. 

No quiero y aun así lo hago.  Pero suspiro aliviada al escuchar otra voz

- Karol buenos días, nos comunicamos contigo, porque ya hemos encontrado al personaje que faltaba. - Su voz es ronca, y sé de antemano de quien se trata ya. - Necesitamos que vengas a la brevedad posible, por favor. 

-Sí, no se preocupe ya voy para allá. - Regreso a mi habitación, recogiendo lo primero que veo, a mi alcance. - ¿Es en el set de grabación?

-Sí, te esperamos. - Dice y se termina la llamada. 

Me visto lo más rápido que puedo y entro al baño con la misma rapidez, veo mi reflejo y me doy cuenta de que mi cabello esta hecho un desastre, así que lo cepillo varias veces hasta dejarlo en su posición habitual. 

Cepillo mis dientes y lavo mi cara, pero en cuanto el agua hace contacto en mi piel, un escalofrío recorre mi cuerpo. El agua está helada.  Seco mi cara con una toalla, me aplico un poco de rubor en mis mejillas y de brillo en mis labios. La palidez se despide de mi cara. 

-Mamá me tengo que ir - Grito en aviso. 

- ¿A dónde? - Pregunta ella mirándome poco convencida.

-Me llamaron del trabajo. - Digo mientras agarro las llaves - Tengo que ir...

-Está bien - Dice sonriente - ¿Quieres que te guarde de comer?

 -Seguramente alcanzo a comer con uno de los chicos, no te preocupes. 

-Entonces que te vaya bien. ¡Y no olvides tu celular! - Me recuerda. 

-No lo olvidaré mamá... - Digo a regañadientes. 

Me acerco hacia ella y me despido con un simple beso en su mejilla. Intento salir de casa lo más rápido posible, mis pasos son rápidos pero mi estatura aveces no es que colabore mucho. 1. 55 mido desde que dejé la secundaria,  mis padres dicen que mi inteligencia no me dejó crecer.  Yo me río, y es que no le veo tanto rollo al asunto.  

Me gradué con 16 años de edad, fui adelantada 1 año por ser muy aplicada en mis estudios, desde eso mis padres, me ven como una muñeca de cristal o algo parecido. 

 Una risa familiar, se escucha a mis espaldas, interrumpiendo mis pensamientos.  Al voltear puedo ver como sebastian me sonríe de forma divertida. 

-¿Qué haces aquí Sebas?

-Observándote. - Dice simplemente. 

-¿Qué?  No, ahora dime la verdad... -Sonrío. 

-En realidad estoy aquí porque usted señorita -  dice apuntándome con el dedo, divertido. - Va muy tarde, por lo tanto he venido a buscarla.

-No estarás hablando enserio...

-Sí, es enserio, y es mejor que nos vayamos ahora. 

Y así fue. El tiempo en el auto transcurre en silencio, pero no es para nada incomodo, de hecho es muy tranquilo; Nos hemos hecho buenos amigos desde que empezamos a grabar la serie, él ha sido siempre muy amable conmigo, así que siempre nos hemos llevado bien. 

Cuando llegamos, mi cara es un poema. Todos están presentes esperándonos, por lo tanto al abrir la puerta, las miradas se clavan en nosotros, tal cual,  escena de película. 

Dios mío. 

Serás mía, pequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora