Capitulo 2

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Hyunseong

Sus labios, su deliciosos, carnosos, rojizos y deseables labiales porfin se encontraban tocando los míos, uno de mis mayores deseos se me estaba cumpliendo y yo no podía desaprovechar tan deliciosa oportunidad así que acerqué más al chaparro a mi cuerpo sintiéndolo  temblar, talvez por la inexperiencia o no lo sé pero algunos segundos después, cuando mi mente proceso todo a mi alrededor, me percaté de que yo también lo hacía.

Abandoné sus cerezos descendiendo sutilmente por su mentón, succionando por donde pasaban mis labios y llegando a su cuello en firmes pinceladas finalizando en su clavícula.

Su piel, su tersa, lechosa y suave piel me quemaba por dentro, tanta perfección me parecía una loca alucinación, quería detenerme, debía detenerme pero no lo haría a pesar de que él simplemente no podía ser parte de mis juegos perversos... aunque, ¡joder! Poner resistencia a esto era tan imposible para mí como poder volar.
Porfin después de tantas veces imaginando el sabor de los dulces labios de Jeongmin, podía palpar los míos junto con mis dígitos en tan deseada suavidad, en roces tan perfectos que podría jurar serían adictivos para él.

Los suspiros estruendosos, el aliento agitado de éste pequeño rubio y sus inexpertas yemas acariciando mis trapecios en una exploración tan detallada e inocua que me volvían loco, no  podría resistir más a tan primoroso momento por lo que sólo me limité a probar más desesperadamente un par de veces disfrutando del sabor de ambas salivas combinarse para finalmente separarme a regañadientes de él con el corazón casi saliendo de mi pecho.

-N.. no puedo...- Solté agitado mientras observaba a mi chaparro totalmente rojo, excitado, molesto y un poco avergonzado. -Yo provoqué esto perdona pero a tí no puedo hacerte esto.

Sin embargo parece que las palabras se las solté a la pared porque al pasar sólo un par de segundos continuó besándome con desenfreno cosa que no pude evitar corresponder, JeongMin estaba más que prendido y lo peor es que me puso en su situación  en cuestión de segundos a mí también, algo que muy difícilmente ocurre. Ninguna otra mujer lograba excitarme tan rápido pero los besos, mordiscos, toqueteos y movimientos inexpertos de mi chaparro me pusieron duro en mucho menos de lo que esperaba. El problema aquí no era ese, mi problema es que yo no debo continuar con esto, pero carajo sus besos me queman la piel, sus suaves gemidos me hacen temblar y sus toques me tientan a cogermélo con todas mis fuerzas en ese instante, pero no.... al menos no aún.

—Ba... basta JeongMin...— Lo empujé con fuerza separándolo de mí.

-¡¿Tu... no puedes?¡ ¡pero... cuando se trata de cualquier persona de éste edificio con solo una sonrisa sales corriendo detrás de ella o él sin pensarlo dos veces ¿no?- Reclamó peinando sus cabellos frustrado con la mirada fija en el piso, sus manos las posaba en sus perfectas caderas y su voz sonaba un poco ronca.

-Ellos no me interesan tu sí—.

Jeongmin sonrió sarcástico elevando su vista hasta encontrarse con la mía, su mirada, sus hermosos luceros marrones me imnotizaron,

"Enojado te vez más bueno".

Unos momentos más bastaron para quedarme como un completo idiota observando sus luceritos llenos de rabia pues me saco de mi hermosa fantasía enseguida.

-Si yo realmente te interesará buscarías una u otra forma de permanecer solo conmigo sin tener la necesidad de revolcarte con medio edificio, pero en lugar de eso, a una hora de haber cogido a MinWoo vienes y me provocas para terminar diciendo que no puedes hacer nada porque te intereso.... ¿Acaso me creés idiota? ¿Me equivoco Shim Hyunseong?- Su voz era molesta y por primera vez me dio un poco de temor.

Un Vecino Temperamental SeongJeong [Minific]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora