Verano: Luz Que Guía

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Muy buenas tardes a todos nuestro televidentes. Hoy estamos a una temperatura muy alta. Algo normal considerando que estamos en pleno verano. Por lo que es un buen momento para disfrutar las olas de la playa y también deleitarse de los festivales que se llevan a cabo en esta pequeña pero hermosa ciudad de...

Bokuto apagó el televisor con pesadez. Odiaba admitirlo pero ese verano era tan caluroso que había logrado acabar con todas sus energías. Algo que encontraba imposible hasta ese momento. Estar en el suelo con sólo su ropa interior no estaba ayudando en mucho.

—¡Akaashi! —Se quejó el mayor mientras se abanicaba con pereza —¡Hace calor!

—Lo sé, Bokuto-san —Habló desde la cocina.

—¡Akaashi! ¡Me estoy derritiendo!

—Lo sé, Bokuto-san —Comenzó a escucharse la voz más cerca.

—¡Akaashi! ¡Quiero... ­­­­­­­­­­­­

Su frase quedó a medias ante la sensación de frío. Abrió los párpados y se encontró con los ojos del menor, quien lo veía con una sonrisa. La sensación de frío seguía presente y una bebida con hielos que descansaba en su frente era la culpable. Bokuto no puedo evitar sonreír. Se incorporó y le agradeció la bebida con un beso.

—¡Dios, estuvo refrescante! —Exclamó al terminarse la bebida, dejando algunos cubos de hielos que poco a poco se volvían más pequeños —Gracias amorcito —Besó su frente y volvió a acostarse en el suelo —Akaashi.

—¿Sí? Bokuto-san —Habló el menor mientras contemplaba el vaso entre sus manos.

—Te quiero.

—Yo también te quiero, Bokuto-san.

—Akaashi.

—Dime, Bokuto-san.

—Te amo.

—Yo también, Bokuto-san.

—Akaashi —Susurró.

—Escucho, Bokuto-san.

El mayor guardó silencio y contempló el techo. Akashi suspiró y se acostó junto a él, utilizando el brazo del mayor como almohada.

—Bokuto-san —Habló mientras se acurrucaba.

—Dime, amorcito.

—¿Recueras dónde hacer las compras?

—Ah —Se quedó pensando —Sí, sí recuerdo.

—Bokuto-san.

—¿Si? Lechuza de mi vida.

—Debes comenzar a cocinar.

—Ya lo hago.

—Hacer sólo un platillo no cuenta.

—Para eso te tengo a ti.

—Sabes que no dentro de poco.

—Tendríamos más tiempo si hubieras accedi...

—Bokuto-san.

—Ya. Perdón, perdón —Se disculpó mientras se tallaba los ojos y aspiraba hondo. Se habían prometido no volver a mencionar el tema pero no podía evitarlo.

—Bokuto-san, hace calor.

—Es lo que acabo de decirte.

—Vamos a la playa.

—¿La playa?

—Sí —Se incorporó —La playa.

—No creo que sea buena idea.

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