𝐈𝐌𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀𝐒 ━━━ 𝐤𝐥𝐚𝐧𝐜𝐞.

𝐊𝐋𝐀𝐍𝐂𝐄 ━━━ 𝟏/𝟏

—¡Quiznak! ¡No puedes aparecerte así no más en medio de la noche silencioso como...como un ninja, casi me da un infarto—Exclamó Lance llevando una de sus manos a su pecho con dramatismo—.

El castaño esperó alguna mueca o burla por parte del azabache, pero esta jamás llegó. De hecho, Keith parecía preocupado. Aún en la oscuridad, Lance pudo observar el destello intranquilo en sus ojos y tuvo que desviar la mirada para no sentirse expuesto.

Su rostro se tornó rojo de vergüenza al caer en cuenta que este debía delatar sus emociones. Sus ojos debían estar rojos e hinchados por el llanto, su nariz también debía tener una tonalidad roja y su voz debía sonar ronca y rota ante la tristeza que lo embargaba.

—¿Qué estabas haciendo?—Preguntó nuevamente Keith sin moverse un centímetro de su posición y sin quitar la penetrante mirada sobre Lance.

—Yo...sólo estaba...—Habló Lance pero su cerebro no pudo formular ninguna mentira y sólo se limitó a soltar un suspiro—. Nada, sólo olvidalo. Que tengas una buena noche, Keith.

Y cuando Lance pasó junto a Keith, pudo oír la pregunta del tema que deseaba evitar.

—¿Los extrañas? Hablo de tu familia—.

Lance intentó reprimir las lágrimas que nuevamente se formaban en sus ojos. Sin embargo estaba seguro que aún de espalda, Keith podía adivinar que estaba llorando. No quiso darse vuelta y tampoco responder ya que estaba seguro que apenas abriera la boca para articular alguna palabra, sólo rompería en llanto.

Keith se arrastró silenciosamente hasta Lance sin saber bien que decir o como ofrecerle algún tipo de consuelo. Él no era bueno con las palabras y tampoco sabía que hacer cuando alguien se encontraba en un estado de fragilidad como el que el castaño estaba mostrando en este instante. Pero por Lance, lo intentaría.

—Yo no sé si sea la persona adecuada para esto...yo, sólo...no quiero decepcionar a nadie, ni al equipo ni a mi familia y mi madre ahora mismo debe pensar que estoy muerto—Decía Lance tomando asiento en un de los incómodos sillones que se extendían en el lugar—. Y yo estoy aquí llorando sin poder decirle que estoy bien...es patético. Yo soy patético.

Lance ocultó su rostro entre sus manos sintiéndose molesto consigo al mostrarse débil. Keith ahora mismo debía estar incómodo y sintiendo vergüenza de su debilidad y él simplemente no podía controlar ni sus lágrimas y las palabras que escapaban de su labios.

—¡Y ahora te estoy molestando y parece que es lo único que sé hacer!—Sé lamentó Lance.

Sin embargo al sentir que sobaban cariñosamente su espalda, apartó las manos de su rostro y observó a Keith, quién se encontraba sentado junto a él.

—No eres débil y tampoco eres patético, Lance—Decía Keith inclinándose sobre Lance, sin inmutarse ante la aparente proximidad—. Eres uno de los paladines que intenta salvar el universo, te has enfrentado al Imperio más poderoso que existe y en vez de ir con tu familia y volver a la Tierra y vivir tu vida normal, estás aquí peleando por el bien de todos.

—Lo sé, es que es difícil...a veces siento que cualquiera puede ocupar mi lugar y que alguien podría hacer mejor mi trabajo. No soy un ingeniero, un piloto o bueno en...esas cosas frikis de Pidge—La voz rota de Lance, envió una ola de desconcierto al cuerpo de Keith y sintió la necesidad de borrar aquellas lágrimas que resbalaban de los ojos del chico.