Una Aventura Normal?

capitulo 39

Previamente.....................

Ella hace girar el escudo en el suelo y quedamos todos libres y todo regresa a la normalidad.

Todos nos acercamos a ella.

-¿Quién eres? -le pregunto.

-Soy todo y soy nadie, pero para ustedes seré una nueva ayudante -dice con voz de acertijo y se va con flotando con ayuda de sus manos, se dirige a la torre Eiffel.

La alcanzaré allá.

Continuemos........... Marco POV..........

Vi como se sentaba en la parte más alta de la torre Eiffel, admiraba a todo Paris desde las alturas.

Se veía realmente hermosa así, como una niña pequeña admirando un juguete, con el viento jugueteando con su cabello, y las luces que hacían resplandecer sus brillantes ojos azules.

No.

No puedo pensar así.

Mi corazón solo le pertenece a una persona, y esa es Star.

En fin, luego de unos minutos me dirigí a la torre Eiffel y me senté junto a ella.

-Hola -saludé y ella sonrió.

-Hola -.

-No nos presentamos formalmente, yo soy.. -me interrumpió.

-FireFoxy, uno de los héroes de Paris -dijo con una sonrisa extensa.

-Wow, al parecer creo que ya me conocías -le sonrío también.

-Claro, se armo un desmadre (XDDD) cuando apareciste por primera vez -.

-Es que soy FA-BU-LO-SO -digo como la divasa que soy Bv.

Ella ríe levemente y me mira.

-Eres simpático... y una diva -ríe nuevamente, esta vez yo la acompaño.

-Jajaja, ¿Cuál es tu nombre? -.

-Para que quieres saberlo? Que tal si vas a mi casa a robarme esta noche -ríe levemente y yo frunzo el ceño- Bah, que solo bromeo. Pero enserio, no te diré mi nombre -.

-Bieeeeen, no me digas tu nombre, ¿Pero al menos tienes un apodo de heroína? -le pregunto con curiosidad

-Hhhhmm..... -ella lo piensa durante unos minutos- puedes llamarme Poly

-Entonces Poly, ¿Dónde esta tu miraculous? -.

-¿Miraculous? ¿Quezezo? -.

-Lo que te transforma en heroína, por ejemplo, podría ser un collar, un brazalete, unos pendientes, etcétera -.

-Woah, entonces asi es como ustedes obtienen sus poderes... -dice comprendiendo.

-¡Sip! ¿No lo sabías? ¿No tienes uno? -le pregunto curioso.

-En realidad no -dice eso y yo me sorprendo.

-¿Entonces cómo tienes poderes? -.

-Son... Esto... Una maldición, si, eso, una maldición de una bruja. Me la puso cuando yo era muy pequeña y pues ahora... Cobro frutos -me sonríe un poco raro, pero la entiendo, debe ser raro hablarle a alguien extraño sobre eso.

-Eso no es muy común que suceda -digo bromeando un poco.

-No, la mayoría piensa que son solo cuentos que un padre inventó para su hijo pequeño -balancea sus pies como una niña pequeña.

Me sinto junto a ella y aprecio la ciudad en su compañía. Estamos en silencio, pero no uno incómodo, más bien uno en el que disfrutamos la precencia de la otra persona.