|PARTE TRES|
«Esta es Lucille. Y ella es asombrosa.»
Ambos sabían que llegarían a encontrarse tarde o temprano, y al mismo tiempo querían que aquella tortura terminara.
«Él & Ella» es la tercera y última parte de «Días Juntos», perteneciente a la Tr...
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Pasaron las horas y la calma habia llegado a ella. Decidió tratar de escapar, cogió su único cuhillo que aún tenia escondido en su bolsillo y salió. Asomó la cabeza por la puerta para verificar que no haya ningún Salvador, y al ver que efectivamente no habia nadie decidió salir. Al llegar al final del tétrico pasillo escuchó unas voces, eran de unas mujeres, se escondió tras la pared y escuchó.
—Aquel hombre te hace sentir de una manera distinta. —suspiró una pelirroja.
—No te ilusiones tanto Hal. Él suele hacerlo con varias mujeres. Además todas sabemos el "porqué" de esos actos. —respondió otra.
—Negan jamás se habia acostado con una mujer encargada de los cultivos... —rió aquella mujer llamada Hal.
—Hal, él lo hace por necesidad... Porque no la tenia, a esa chica...
Lucille sintió como si algo le atravesara el pecho. Negan, aparte de volverse un asesino, manipulador y estafador, se acostaba con las demás, solo por necesidad. La necesidad de tenerla a ella. Pero sabia que no debería de sentirse traicionada, ya que ella habia hecho lo mismo con Carl.
—¿Por esa mocosa? —atacó Hal.
—Entendemos que esta enamorada de Negan, pero él ama a la pequeña y nada ganará contra eso. Y ahora que ella esta aquí...
—Encontraré una manera para sacar a esa perra de aquí...
—¿Encontraras la manera de que? —comentó Lucille mientras entraba a la habitación.
Las dos mujeres se asustaron ante la presencia de la "reina" de Los Salvadores. Hal, aquella mujer que estaba enamorada de Negan la miró con un odio profundo, al saber que estaba frente a frente de la joven que le quitó al amor de su vida.
—De sacarte de aquí ramera. —respondió firme Hal.
—No toleraré que me llames de esa forma. —pronunció mientras se acercaba a ella y a la vez sacaba lentamente su cuchillo.
—¡Ramera!
—¡Cierra la boca!
—¡¿Celosa de que yo haya hecho algo que tu jamás lo lograrás?! —sonrió la oponente de Lucille.
Al otro lado de la comunidad, Negan se encontraba revisando unos trabajos que sus miembros estaban realizando, hasta que escuchó la voz de Drew, la mujer que corrió a avisarle a su jefe que Hal y Lucille, estaban en problemas.
Negan sostuvo su bate y dejando atrás a Drew corrió hacia el cuarto de Lucille, y efectivamente no habia nadie. Siguió caminando a través del pasillo hasta que escuchó un grito.
—Hija de perra. —susurró la joven de cabellos negros mientras sacaba el cuchillo del cuello de la pelirroja.
—¿Lucille?
Ella volteó y lo vio, asustada soltó el cuchillo, dejó el cadáver en el suelo y salió de la inmensa construcción que era propiedad de Negan. El jefe de Los Salvadores llamó a unos encargados para que limpiaran el lugar y luego se fue en busca de ella.
La encontró sentada en el jardín, el cielo se habia oscurecido, las manos de Lucille temblaban por el asesinato que habia cometido. Volteó y vió a Negan sentarse junto a ella.
—¿Fueron celos? —dijo él mientras le daba una toalla para que limpie sus manos, que aún tenían manchas de sangre.
—Me insultó. Tu no tienes nada que ver en ese asunto. —susurró.
—Estas decepcionada. Lo entiendo, ella no fue la única. Lo hice con varias por el hecho que no sabia como olvidarte y yo...
—Lo entendí. —tiró la toalla—. Yo no quiero ser una mas del montón Negan.
—Hey, tu no eres como esas. Entiéndelo...
—¡¿Cómo quieres que este?! ¿Así dices que aún me quieres? ¿Eh? Te acuestas con otras...
—En estos dos años, porque ese fue el tiempo en el cual estuve alejado de ti. —la interrumpió—. Te estuve buscando, volví a ser el mismo de antes. Siempre fui así, como soy ahora. Un manipulador, mentiroso, asesino, abusador al que no le importaba nada, al que no le importaba si era mujer, hombre, joven o mayor. Al inicio yo robaba las pertenencias de los demás y los asesinaba, hasta que llegaste tu. Esa vez que te salvé quería hacer lo mismo, pero cuando dijiste tu nombre... —suspiró—. Todo cambió, me hizo recordar a mi difunta esposa pero, en serio no pensé en enamorarme mas en el pasar de los días contigo, me enamoraba mucho más cada vez que te observaba. Pude haber conocido a muchas mujeres, pude haberme acostado con ellas o casado. Pero contigo... —tomó sus manos—. Es distinto. Tu forma de ser, tu persona, tu hiciste que ese "Negan" desapareciera. Pero aquella mañana cuando te fuiste Lucille, él volvió. Estaba tan desesperado, me sentía atrapado, no sabría como explicarte todos esos sentimientos que despertaron en mi y en serio espero que lo entiendas. Que contigo nada es igual.
Lucille volteó y siguió mirando al cielo, se habia ruborizado y a la vez no sabia que exactamente hacer. Sintió una gran presión en ella y simplemente deseó huir de ahi.
—Déjame sola. —susurró.
Él soltó su mano y se puso de pie. Se dirigió a la puerta y la abrió.
—Anda vete a Alexandria si es lo que deseas. —la miró fijamente—. Supongo que aunque sea de noche eso no impedirá que vuelvas a tu comunidad.
Lucille no entendía lo que le sucedía a Negan.
—Estas loco, es de noche, es peligroso...
—Y cuando te fuiste de la cabaña ¿acaso no pensaste en lo peligroso que seria la noche? —rió.
Ella no supo que exactamente que decir. Acto seguido él sonrió y pronunció:
—Eso solo demuestra que aún quieres estar junto a mi.
