CAPÍTULO 1

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Foto de portada: CHRIS, VALLERY , GISELLE Y MAX.

Año Nuevo había pasado, el calor en la ciudad era insoportable. Los últimos años MELODY y THE PALACE, se habían convertido en los lugares mas visitados. Las personas hacían reservas semanas previas, o incluso pagaban el doble, solo por conseguir un lugar en los exclusivos salones. Kevin como siempre, preocupado por su cafetería, hacía varios años que no se tomaba vacaciones. Sus descansos anuales eran de dos o tres días

Emma, se había tomado diez días de licencia para pasar las fiestas tranquila y descansar. Pero notablemente no le habían alcanzado. Actualmente trabajaba a la mañana, en una clínica a treinta minutos del centro. Era madre de cuatro hijos, esposa de un marido muy cariñoso y atento, pero bastante desordenado. Había personas que la ayudaban en la casa con la limpieza y el cuidado de los más chicos, pero aún así no podía con su genio de llegar, ordenar la casa y cocinar. Dedicarle tiempo a los niños y ponerse al día con su trabajo.
La casa era enorme, y sus hijas mayores, demandaban mas atención que sus otros dos hijos.

El matrimonio resultó ser una aventura para ambos. El primer año de casados, nació Vallery y dos años después, Giselle. Ambas niñas rubias. La menor tenía los ojos color café y la mayor azul verdosos como su papá. Cuando creyeron que hasta ahí se extendería la familia, cinco años mas tarde nació Molly, quien era la viva imagen de Emma. Y dos años después Matt, tan idéntico a su padre, que era casi increíble. 

Eran una familia muy unida, algo alborotada pero muy cariñosa. Kevin era quien mas consentía a los niños. Mientras que Emma, era la que trataba de llevarlos a raya para que fueran educados y obedientes. Siempre poniendo orden y límites, dejando notas por toda la casa dando instrucciones de todo. Aunque gracias a la poca ayuda de su esposo, nunca cumplían con nada. Vall tenía dieciocho años, era tan hermosa y desordenada como su padre, pero alegre, inquieta y sarcástica. Giselle de casi dieciséis años, era algo tímida y de pocas palabras, mas ordenada y servicial que su hermana, le encantaba cocinar y tener todo en orden. Los mas pequeños, eran traviesos pero muy unidos, ya que tenían once y nueve años, al tener una diferencia de dos años y ser los únicos niños, eran los mas mimados, los mas consentidos. Solo se comportaban y estaban tranquilos cuando Emma estaba en casa. En su ausencia, eran pequeñas sabandijas.

Sin duda, Emma era la que mas ocupada estaba. Se levantaba a la mañana temprano, ordenaba sus cosas para su día laboral. En etapa escolar, ordenaba las cosas para los chicos, se encargaba de despertarlos, hacerles un gran desayuno, lo cual requería de tiempo ya que eran cuatro y habían heredado el apetito envidiable de su padre. Las mayores iban por su cuenta al colegio, ya que el horario de entrada era diferente al de los niños. Emma se encargaba de limpiar todo, llevar a los mas chicos al colegio y de ahí a la clínica.

Mientras tanto, Kevin dormía como si no hubiera un mañana. Su rutina no había cambiado desde que fuera joven. MELODY y THE PALACE, requerían mucho tiempo y él lo dedicaba orgullosamente. Volvía pasada la medianoche, dedicaba algunas horas a Emma y terminaba tan agotado que no podía hacer otra cosa que dormir. Al mediodía se encargaba de retirar a los chicos del colegio y almorzar con ellos. Y a las tres de la tarde comenzaba su jornada laboral. Con sus casi cincuenta años, seguía siendo tan guapo, pero con algunos detalles típicos de su edad. El pelo ya no era del todo rubio, tenía destellos plateados que brillaban en su cabello. Aún se sentía joven, jugaba como un niño con Matt y Molly, y era un compañero y amigo inseparable de Vall y Giselle, era protector a su manera. Con Emma, quien tenía treinta y ocho años, seguía siendo tan cariñoso y ardiente en los momentos de pasión.
Alex le había dicho en forma de burla que su esposa, al ser mas joven, su apetito sexual era de una adolescente. Lo cual lo tomó tan enserio, que cada noche sacaba fuerzas de donde fuera y le daba a su esposa momentos increíbles. Sin tomar en cuenta el agotamiento y el estrés, Emma siempre se mostraba relajada y sin preocupaciones. Pero después de las fiestas, el cansancio, el mal humor y los dolores de cabeza comenzaron a apoderarse de ella. Penso que quizá estaría entrando en la menopausia o solo se trataba de un pico de estrés.

Doble Seducción [ Serie MELODY 4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora