Capítulo 6: ¿Que hicimos? Final

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-Emer no, por favor, no, tengo novio- al parecer esa frase funciona, porque me suelta un poco avergonzado.

-Lo... Lo siento, no sabía que tenías novio-me dice mientras dejamos de bailar y camina hacia la barra, yo me limito a seguirlo en silencio- oye- se gira para mirarme- de verdad, disculpa, me dejé llevar, yo...yo no soy así- dice desviando su mirada de la mía.

-No te preocupes, supongo que yo no ayudé mucho, no fuí sincera contigo desde el principio- agarro su mano, se la aprieto un poquito y le sonrío- lo importante es que ambos lo sabemos, no te disculpes, fue un error de ambos, dar las cosas por hecho- el asiente.

-¿Me puedes regalar una botella de agua? Siento que la cabeza me va a estallar- le digo al joven de la barra y le pago, muy a pesar que Emer insistiera en hacerlo el, le digo que ya bastante mal me siento por todo lo que ha gastado en nosotras y que si no me deja pagar esta insignificante botella de agua, me sentiré mal, el sonríe y se da por vencido.

Salimos camino a dónde estaban nuestros amigos, al salir del local, siento la brisa fría del mar en mi rostro y como recorre todas y cada una de las partes de mi cuerpo, reconfortante, me detengo un momento para disfrutar la sensación, en la discoteca hacía mucho calor, cierro mis ojos y disfruto.

Al abrir mis ojos, veo el rostro preocupado de Emer lejos de mí, me doy cuenta que siguió caminando mientras yo me detuve a disfrutar la brisa, el regresa hasta mí con su mirada fija en mí, me sostiene ambos brazos y busca mi mirada, debo tener una pinta de lo lindo.

-Ey, ¿te pasa algo?

-Sí, solo disfruto de la brisa, se siente muy bien- le digo cerrando los ojos, pero tratando de darle una sonrisa para tranquilizarlo.

-Veo, que te ha cogido mucho la borrachera- se ríe- vamos, no tomes hasta que se te pase un poco el efecto que tienes o no demorarás nada y no servirás para absolutamente nada.

Abro los ojos y lo fulmino con la mirada.

-Callate, beberé hasta que quiera cuando, digo, hasta cuando quiera- lo empujo y el ríe, en esos ataques de alcoholica, empiezo a correr.

Cuando vamos llegando veo más gente con ellos y escucho a Gin gritar cosas como, Te ví, no creas que no te reconocí, las cagaste tío; ella es libre de hacer lo que le venga en gana  no has aparecido en todo el día gilipollas; mierda, eso solo puede significar algo, Emer y yo nos miramos y de inmediato salimos corriendo hasta la orilla del mar.

Me detengo en seco, es Max, mierda, Max, aquí, esta molesto, ¡está discutiendo con mi mejor amiga! Me apoyo en las rodillas con las manos, al hacerlo, Emer se acerca a mí.

-¿Estás bien?- me pone la mano en la espalda.

-Sí,  si o eso creo, no te preocupes- le respondo por hacerlo, Max ha venido a formar pleito y Emer estaba conmigo, mierda, ¿por qué me pasa esto a mí?

-Lucy, ¿estás bien?- vuelve a preguntarme y a sobarme la espalda.

-Sí Emer, si- le digo casi gritando.

Gin se da cuenta que ya llegué y me mira preocupada, Max me ve a mi y despues a Emer, quien aún tiene su mano en mi espalda, automaticamente me muevo para que me suelte; la mirada de Max es de odio e ira, mucha ira.

Como diría Gin, ¿pero quien se cree este gilipollas? se acerca hasta donde estamos nosotros y antes de reaccionar ante su cercanía, veo como le da un puñetazo a Emer. ¡No me jodas!

-¿Que haces con ella? Ella es mía idiota- grita Max con Emer a sus pies retorciendose del dolor, jodeer.

¿Que hago?

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