Capitulo 1: Todo Cambia

545 41 16
                                    

Es un día soleado, como los son habitualmente en Magangué, es difícil dejar todo atrás, una vida a la que ya estaba acostumbrada, a mi familia, dejar mis viejos hábitos, jugar con mi hermanito, bueno ya no tan hermanito, no me había dado cuenta que realmente ya es un adolescente, en fin, dejar todo para hacer una vida nueva; me despido de mis padres con ganas de llorar, pero me digo mentalmente

-¡No vas a llorar, no lo vas a hacer!- y así logro calmarme un poco a mí misma.

-¡Voy a hacer lo que me gusta y sé que me divertiré!- con esto termino mis nerviosos pensamientos.

Despido a John y a mis padres con las manos, y es allí donde me doy cuenta que daría la vida por estas tres personas y veo cuán importante son para mí, en momentos como éstos es cuando te das cuenta que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, en mi caso no es tan trágico, no estoy perdiendo a mi familia, solo me estoy alejando de ellos por un tiempo determinado; cuando la camioneta de servicio público arranca me doy cuenta que desde ese momento todo cambiará.

El viaje en la camioneta es un poco agotador, incluso lo sentí un poco largo; por fin luego de cuatro horas y media, llego al aeropuerto, reviso los papeles que tengo guardados en mi bolso y al abrir la cartera, veo una fotografía de mi familia.

-Oh! Ya los extraño- pienso

Luego de hacer el registro, mostrar los papeles de identificación me invitan a la sala de espera, me entretengo leyendo una de mis sagas favoritas y no compartida por muchos, Harry Potter; ya me leí toda la saga, pero no me canso de leer las aventuras de Harry, Ron y Hermione; mientras estoy leyendo me interrumpen.

-¿Señorita Polez?- me dice una muchacha joven sonriendo, tiene el pelo rojizo, ojos oscuros, con una figura muy bien formada, cuyo uniforme marca bien su cuerpo

-Si, soy yo- respondo apenas, ¡como si no me asombrara el hecho que me llamen por mi apellido!, siempre odié que me llamaran así en el colegio y recuerdo muchas discusiones con mis compañeros por lo mismo.

-Ya el avión está por despegar, por favor sígame a bordo, está usted clasificada como pasajera recomendada- me dice la peli-roja. Como si no fuese suficiente, mis padres compraron tiquetes con recomendación y cada vez que nos detengamos, voy a tener a alguien totalmente desconocido llevándome como si tuviera 8 años.

-Cálmate Lucy, cálmate- me digo para controlar mis nervios- si, ya voy- le digo a la señorita curvas perfectas.

La experiencia no es tan desagradable después de todo, esas personas hacen todo por mi, entrega de papeles, chequeos; en fin yo solo los sigo y me monto en aviones distintos. Cuando llego a Los Ángeles me doy cuenta de la gran diferencia de vidas que se llevan allí; es increíble, yo nunca le he prestado atención a eso de la moda y prestarle demasiada atención al momento de vestirme, yo soy mas de camisetas, blusas, shorts y jeans, por eso de las altas temperaturas de Magangué; pero aquí hasta niñas más pequeñas que yo, van mejor vestidas.

-Debiste aceptar la referencia de moda de Carla- me digo a mi misma; Carla es mi buena amiga y vecina gay, es muy diferente a mí, le gusta salir a rumbear, la moda, lo ultimo en todo, es atractiva y tiene buen cuerpo, pelo largo y lindo, en fin, es muy distinta a mí; ella me dijo que debía cambiar mi armario, pero lo que me proponía era otra Lucy y no me sentía cómoda con eso. Ahora estoy aquí en otro país y sin conocer a nadie, oyendo miles de cosas y aunque entendía lo que decían, me perdía, por que no es lo mismo hablar y escuchar en español.

-Es solo mientras de adaptas- Me digo, suspiro y continuo caminando. Veo pasar a unas muchachas muy bien arregladas, que al acercarme noto que son como Carla, me sonríen al ver que me acerco a ellas cargando el poco equipaje que llevé conmigo.

En las Nubes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora