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El cargo de conciencia por mi amor hacia ella es más fuerte que miles de vampiros juntos. La amo demasiado como para engañarla. Aún estoy en la oscuridad del callejón. Decidí volver al departamento, pensar en Drácula era como no querer ver la triste realidad él es así, cuando un vampiro bebe sangre pierde la humanidad.
Lo único que tenía en mi mente era a Drácula y sus ojos negros; sus venas que sobresalían, la sangre por todos lados y ella que podría haber sido Gissel o quizás yo, nunca se sabría. Me dirijo a mi cama, para quizás dormir pensando en otra cosa, recojo mi cabello, me quito la camisa y la falda, quedando completamente en ropa interior; cosa que no me importó.
Estuvimos muy bien en todo el día, ¿Qué fue lo que pasó? Era lo que me preguntaba
Me recuerdo mirando el techo, mis ojos parecen una laguna con el agua más limpia del lugar. Sin darme cuenta un suspiro sale de mí, quizás mi padre fue y será un monstruo, pero no esperaba ver al famoso Vladimir Tepes, mi Drácula, degollando a alguien como si fuera un carnívoro. A mi mente sólo le llegan recuerdos como los que tiene la gente cuando está por morir, esos recuerdos que Son los más bonitos que pude haber tenido junto a Drácula. (Como la primera vez que lo vi)

Era casi las 8 de la tarde, estaba en el centro, ya llevaba dos meses aquí en New York y deseaba pasear un poco.
Decidí salir a las ferias esas que tienen vendedores de muchos lugares.
Me deleitan las telas, los aromas incluso los hombres. Mientras camino para ver las cosas veo un lugar con los pañuelos más bonitos y femeninos que puede tener una mujer.
- ¿Ve algo que le guste, señorita? -pregunta el vendedor
- ¿A cuánto está este verde claro? -pregunto interesada

A $50, también tenemos los perfumes más bellos para las mujeres -contesta el vendedor. Que me mostró todo lo que vendía y de vez en cuando me hacía indirectas como coqueteándome; pero yo las ignoraba pues en ese tiempo no estaba interesada en nadie.
Compré un perfume de olor a rosas y mi pañuelo verde manzana, antes de guardarlo me roció un poco su aroma, sí que era exquisito.
Intento salir del lugar que ya estaba lleno, pero es difícil la gente está entrando y me empujan de nuevo adentro.
Lo intento de nuevo, con mucha desgana, y un hombre se queda quieto entre la gente; cosa que no me importó, empujé a varios incluyendo al hombre y éste se mostró molesto. - Discúlpeme, es difícil salir de este lugar -digo avergonzada, debí ser más educada.
-No se preocupe niña, el lugar se está llenando -contesta el hombre, que era Drácula, pero en ese momento aún no teníamos nuestra gran amistad y amorío.
- ¿Se siente usted bien? -pregunto preocupada
Él me mira mientras se sorprende por mi pregunta
- ¿Por qué lo preguntas?- contestó él sorprendido
- Está usted en medio de la entrada, y la gente lo empuja, por eso le pregunto -digo mirándolo enamorada de su belleza, era un hombre grande pero muy bello para su edad; me decían mis pensamientos.
Él sonríe como si leyera mi mente...
- Sólo he percibido un aroma delicioso y me ha gustado, pero no sé de dónde proviene -dice él como si fuera de otra época.  
Mire señor, será mejor que salga, o la gente lo va a empu... -contesto pero un hombre me empuja y me acerco más a Drácula.
- Está bien, un gusto, soy Vladimir -contesta él sonriendo aun entre la gente.
- Katherine Balenciaga, un placer -digo pero unas gotas empiezan a caer y me asusto.
- Lo siento, vine caminando, debo irme, un placer -digo despidiéndome sin esperar respuesta; no quería estar mojada cuando llegase a casa.
Esa fue la primera vez que conocí a Drácula, pero no lo conocía realmente, una sonrisa se formó en mi rostro y más lágrimas salían.
No sabía si odiarlo por mostrarme semejante atrocidad o comprenderlo, debe de ser feo vivir de otros y mucho más haber visto morir a tus seres queridos mientras tú sigues intacto. Un suspiro sale de mí, aún no me duermo, no puedo dejar de pensar; en ese momento deseé tanto a Drácula, de una forma muy sucia, quería tenerlo sólo para mí.
Tomo mi teléfono y busco el número de mi madre para llamarla e irme lejos por un tiempo, pero qué tal si lo hago y Drácula se va... Nunca más lo volveré a ver... Mis pensamientos me estaban atormentando.
- ¿Qué ha sucedido entre ustedes dos? -pregunta Valentine entrando por mi ventana, me cubro inmediatamente con la manta
-Dios, niño, ¿No sabes que existe la privacidad? -pregunto molesta
- Veo que tú también estás mal -comenta mirándome la cara hecha un desastre
- ¿Para qué has venido? ¿No viste que son casi las 5 de la madrugada? -digo triste, sin mirarlo.
Ya pasaron casi 4 horas desde que Drácula se volvió un monstruo.  
He ido a visitarlo, a pesar de todo es mi abuelo. En fin, Jaqueline se presentó, ella estuvo con él. Y parecía estar muy asustada, dijo que el maestro estaba muy disgustado -explica Valentine sin que yo pudiera comprender lo que decía.
Mi corazón se rompió cuando dijo que Jaqueline estuvo con él.
- Genial, ¿y yo qué tengo que ver con eso? -pregunto desinteresada y con odio
- No lo comprendes. Él la rechazó y ha roto toda la casa, ha quemado los cuadros de Elizabeth. Se encerró con el piano -contesta Valentine acercándose.
- Todavía no comprendo -digo sin entender
- Tú le gustas, y demasiado - dice Llacaret apareciendo de la nada como un reflejo Me cubro más para no mostrar nada.
- No parece eso, está con su amante, no me molesten por favor -contesto irónicamente Valentine se acerca a mi ropero y busca mi vestido blanco.
- Bueno, él está bastante molesto, ¿Qué ha pasado? Amo a mi padre y me preocupa verlo así -grita Llacaret con miedo en sus ojos.
Valentine parece asustarse y me da el vestido.
- ¿Te preocupa o le tienes miedo? -pregunto segura de lo que digo
- Ella es humana, no comprenderá -dice Valentine mirándolo serio con ojos celestes como el mismo cielo
- Mi amada también es humana, ella debe de comprenderlo -gruñe Llacaret mirándome
- ¿Qué tengo que comprender? -pregunto sin entender nada
- Si lo quieres ve y habla con él. Si no lo quieres, te daremos dinero para que te vayas lo más lejos posible de aquí -contesta Llacaret
- ¿Y eso quién lo decidió? -pregunto más sorprendida
- Mira abuela, tú debes pensar en ambos, no tan sólo en ti. -dice Valentine sentándose a mi lado.  
Yo lo sé él me lo mostró -susurra Valentine en mi oído.
- Sí, debes pensar en su futuro. En el futuro de ambos, él ha decidido mostrar cambios. Al comienzo no quiso por tu bien, pero tú te mostraste interesada en él y me costó hacerlo entrar en razón -se queja Llacaret aún con su expresión molesta.
Yo sólo los miro, como si no comprendiera lo que dicen.
Pero no sabía qué pensar.
- Si lo amas habla con él, haz que recupere la cordura. Jaqueline dijo que nos contaría a nosotros de su rechazo hacia ella, él se molestó más sabiendo que te contaríamos y la quemó -explica Valentine con una sonrisa en su rostro.
Pero Llacaret no tiene ninguna expresión, pareciera estar dolido por el relato de Valentine.
- Bueno, llévenme a su casa -digo respirando profundo
Realmente no sabía que iba a suceder, si lo odiaría o lo querría como siempre lo he hecho. - Muy bien, yo la llevo. Ella se lleva mejor conmigo -contesta Valentine como un niño entusiasmado.
- Por favor, discúlpame por mi carácter, no he visto nunca a Drácula de esa forma -dice Llacaret avergonzado bajando la cabeza.
- Bueno, antes aclaremos algo -digo saliendo de la cama ya vestida
- Claro, abuela -dice Valentine
- Dinos, Katherine -contesta Llacaret
- Si los veo de nuevo en mi departamento sin golpear la puerta yo haré que él los mate, ¿Okay?
-digo algo molesta por la falta de privacidad.
Ambos rieron mientras Llacaret desapareció con una expresión de tranquilidad en su rostro.

Los Hijos De Drácula(Terminada)Where stories live. Discover now