La leyenda de Hane Kuuya en busca de Dracon el "presunto asesino" de su padre... Buscando venganza se propuso absorber los poderes de la Orden Primigenia, formada por los 17 Supremos Primigenios
Luego de ese... Momento... Hikaru y yo salíamos de casa cuando vimos humo... Un humo bastante oscuro, y se movía como si tuviera vida propia... Se dirigía hacia nosotros traspasó a Hikaru, pero por alguna razón no le hizo nada... Subió a un techo, para nuestra sorpresa tenía ojos, por el momento eran rojos, nos vieron, se entre cerraron y siguió adelante...
¿Q-Qué... Fue... Eso? -dijo Hikaru-
N-No lo sé, pero seguro te está buscando... -dije viendo al humo y seguido de Hikaru-
Luego de caminar unos 5-7 minutos llegamos a la mansión Ameteora...
No me sorprende que la mansión sea tan grande... -dije poniendo mis manos detrás de mi cabeza-
Cuando vimos, ahí estaba el padre de Hikaru... Hablando con las sombra...
¡Hikaru, allí estás! -dijo su padre-
¡Deja que él se encargue! -dijo Hikaru-
No será problema... -dije dando un gran salto y golpeando a la sombra-
Cuando la sombra retrocede, resulta que es un disfraz siniestro... Y no era nada más y nada menos que Ykeronoken Cediris, el Supremo Primigenio Siniestro... Lo supe por poseer la Primipiedra Siniestra incrustada en el lado derecho de sus cuello
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Un hombre algo alto pelo negro que le llega a los hombros, ojos grises y piel blanca...
Así que... TÚ eres quien se revelará contra la Orden, ¿no es así? -dijo Ykeronoken cruzado de brazos-
¿Algún problema? -dije-
Hm... -dijo Ykeronoken sonriendo-
Me lancé hacia Ykeronoken rápidamente para absorber sus poderes pero me detuvo fácilmente poniendo una mano justo donde mi puño apuntaba...
¿Crees que te será fácil absorber mis poderes, Caballero Rojo? -dijo confiado-
Le lancé un golpe a las cara y movió su cabeza fácilmente
¿Q-Que? -dije sorprendido y nervioso-
Ykeronoken me dio un golpe debajo de la barbilla mandándome justo donde Hikaru estaba...
Te veo en Ciudad Esterocilia... Si quieres mis poderes... -dijo Ykeronoken dándose media vuelta y desapareciendo entre el humo-
Hikaru me ayudó a levantarme mientras el padre de Hikaru se me acercaba
Gracias hombre, de ser por ti nos hubieran robado toda las riquezas de las familia -dijo su padre-
No hay de qué, de cualquier modo, tengo que ir a... ¿Ciudad qué...?
Ciudad Esterocilia -dijo Hikaru entre algunas risas-
Luego de eso volvemos a casa y nos preparamos para ir a Ciudad Esterocilia
