— Sube las escaleras 15 veces corriendo.

— Debe ser broma.

— No ves que me esté riendo. ¿O sí?

Comencé a correr en las escaleras, la tercera vez ya no podía sentir mis piernas, aunque solo eran quince escalones estaba agotada, la décima vez me pare por un segundo arriba para recobrar el aliento, ya no podía más.

— Si vuelves a parar lo aumentare a 16. Vamos recluta.

— Como lo odio. — Susurre.

— ¿Dijiste algo recluta?

— No.

Por fin estaba terminando, solo me faltan diez escalones, las piernas ya no las puedo sentir, aún que duelen mucho, una de mis piernas se tropieza con la otra y ruedo por las escaleras hasta llegar al suelo. Me quedo inmóvil en el suelo para poder tomar un respiro y descansar. Luego se me ocurre que puedo darle un buen susto a Logan si piensa que estoy inconsciente así que cierro los ojos y tranquilizo mi respiración.

— Levántate recluta. — Dice Logan con un tono más relajado. — Recluta no estoy para juegos.

Logan se acerca a mí y toca mi cuello.

— Hope ¿Estas bien? No es gracioso, levántate. — Dice preocupado. — No es posible, ¿Hope? Voy por el doctor.

Logan corre escaleras abajo y me levanto, bueno creo que podré descansar un rato, subo las escaleras con mucha dificultad y camino por el pasillo hasta mi habitación, cierro la puerta y me recuesto en mi cama. Veo la hora y son las 4:21, aún tengo tiempo para dormir antes de que sean las cinco. Cierro los ojos y no logro conciliar el sueño, la puerta de mi habitación se abre y entra Logan junto con uno de los doctores.

— ¿Que estás haciendo aquí?

— Regresé a dormir.

— Voy a revisarte. — Interrumpe el doctor.

— Si, claro.

El doctor saca un aparato y una luz sale de él, cuando lo acerca a mi puedo ver mis huesos, el doctor revisa todos y cada uno de mis huesos y luego guarda su aparato.

— No tienes ningún hueso roto, solo un pequeño golpe en la cabeza, nada serio. Ten más cuidado cuando bajes las escaleras.

— Lo tendré doctor, gracias.

El doctor sale y Logan me ve muy molesto.

— Ni pienses que me voy a levantar de aquí. — Digo acostándome de nuevo en mi cama.

— Claro que sí.

— No, ustedes inician su trabajo a las 7 así que a las 7 estaré allí.

— Tu harás lo que yo diga recluta.

— Lo haré, cuando sean las 7, por ahora largo de mi habitación.

— Está bien, a las 7 te las verás conmigo y no tendré piedad. — Dice saliendo de mi habitación.

Programo la alarma a las 6:30 y regreso a dormir.

Me levanto y apago la alarma, me pongo mis botas y salgo de mi habitación, las piernas me dolían mucho así que tomé el ascensor y salí de los dormitorios a el edificio de defensa.

— Hope. — Dijo Dylan corriendo hacía mí.

— Hola. ¿Como estas?

— Bien, algo nervioso por lo de la solicitud.

— Tranquilo, la aceptarán.

— Eso espero.
¿A dónde vas?

— A Defensa.

Hope: La Última Esperanza ✓Where stories live. Discover now