Manada S.Stilinski

Ariel y Stiles?

–Mi Angelito hoy serás mío!– menciona el castaño con la voz oscurecida, su mirada estaba cargada de lujuria antes de volverle a besar.

–Stiles!!– gime Ariel al sentir que el castaño se frotaba contra su creciente erección, Ariel tenía miedo si, pero oler la exitacion del castaño le estaba fundiendo las neuronas, se había imaginado tantas veces lo mismo, en otras condiciones seguia siendo un romántico empedernido pero ahora estaba disfrutando bastante los pequeños roces que tenía con el castaño, aún no le tocaba a grandes rasgos pero con esos simples roces estaba temblando de placer.

El castaño seguía devorando los labios de Ariel, algo tenía claro su cuerpo no se detendría hasta tener todo de aquel que tan fácilmente se le ofrecía, ahora lo poseeria lo haría suyo, pasaron un rato donde el castaño tenía el control completo del cuerpo de Ariel, que con simples toques temblaba de placer, por su parte el castaño decidió que era hora de ir avanzando un poco más si que decidió preparar la zona donde estaría su marcá aquella que marcaba a Ariel como de su pertenecía empezó a avanzar con pequeños besos y mordidas en la mandíbula de Ariel.

–Stiles!!– gimoteo Ariel al sentir el ardor de las piel marcada por los chupetones del castaño. El cual no estaba dispuesto a pausar lo que ocurriría aunque quisiera no podía pararlo.

Su mente se había apagado dejando que los instintos tomarán el control. Las caricias comenzaron a ser más ardientes a si como los besos más salvajes.

La ropa comenzó a ser trapos de la fuerza con la que se la quitaban.

Ninguno de los dos supo en que momento llegaron de nuevo ala sala donde parecía que todo ardía en el más tenue sonar de la pasión, ambos querían ambos estaban deseosos de tener algo más de aquel ser que les pertenecía.

Ambos sentían el placer del otro, ambos sentían el amor que cada uno profesaba a su manera, entonces porque si era tan perfecto tan sublime a ambos les parecía que estaba mal, que no era lo correcto.

–Eres mío lo entiendes!– dice el castaño mordiendo una ves mas su barbilla, por el color de ambas pieles se podía ver un enorme sonrojo por parte de ambos, por su parte había perdido toda conciencia de su cuerpo dejándose llevar por el placer que el castaño le proporcionaba– date la vuelta!– medio ruge el castaño, disfrutando de lo sumiso de su compañero, en algún momento se entregaría a ese ser de todas las formas posibles pero en ese momento disfrutaría del placer que el cuerpo ajeno le proporcionaría.

–Stiles!!– gimotea más fuerte Ariel, al sentir la lengua ardiente del castaño recorrer desde su parte baja de la espalda hasta su nuca, podría arden en el infierno y no sería en comparación con calor que sentía su cuerpo con simples toques.

–Sabes exquisito pero sabes que es lo mejor de todo?– pregunta el castaño aún con la voz oscurecida de placer, o eso era lo que Ariel quería creer no era la imitación del Nogitsune era la voz del castaño pero más ronca.

Ariel sólo pudo negar con la cabeza, lo estaba disfrutando, estaba gozando del toque del castaño, su mente le decia que estaba mal, pero su cuerpo le informaba otra cosa– lo mejor de todo es que solo me perteneces a mi!– menciona justo antes de morder levemente sobre el hombro derecho de Ariel, para uno era terreno inexplorado y otro sólo había gozando del placer que un ex-lobo le proporcionaba.

La evidencia de lo ocurrido se empezada a notar en el cuerpo de Ariel leves mordidas que no pasaban a mayores y leves chupetones en toda la extensión de su ser– mi Angelito recuerdo que querías que parara, quieres que pare si ese es tu deseó voy a parar justo ahora!!– medio susurra muy cerca del oído de Ariel, el cual en ves de producirle la típica reacción de cosquilleo provocó una queja lastimera indicando que no parará– me pregunto cual es el deseo de mi ángel ha, deseas que te haga mío? Que tome lo que tan facil me ofreces, acaso...– dice mientras muerde levemente el lóbulo de su oreja– acaso quieres que te haga mío justo ahora...– menciona en castaño en todo provocativo alargando cada vocal.