Supongo que de pronto todo se vuelve oscuro, sin ningún camino al cual ir, tienes esa sensación de libertad en tu estómago pero no sabes cómo usarla y de pronto te sorprendes a ti mismo con miedo, creías que si huías todo iba a resultar más fácil, que el sol siempre iba estar brillando y que las carreteras siempre van a estar abiertas para ti, querías tomar la salida, fácil querías ganar sin siquiera haber competido y ahora que estás varado no sabes lo que hacer, no sabes si seguir adelante, con el riesgo de perderte más o regresar por dónde habían venido, con la cabeza agachada y los hombros caídos. Te dices a ti mismo que la libertad no es una salida, que sólo es una utopía creada por una sociedad consumista, que todas las pelis de ciencia ficción y de amor desmedido son exageraciones de la realidad, pero de pronto una luz se acerca por la carretera oscura, tus ojos llorosos logran divisarla, se para a tu lado y te ofrece un lugar seguro al cual ir. Todo comienza a tener sentido, la luz de la mañana empieza a salir por el Horizonte permitiéndote saber que nunca estuviste perdido, que nunca hubo 2 camino, solo había uno y se llama libertad. Te subes a la camioneta sin imaginar nada, solo se te esboza una sonrisa en el rostro pero pronto esa sonrisa desaparece, te das cuenta que la camioneta no te lleva por donde quieres y empiezas a desesperarte y a tener miedo otra vez, de nuevo habías caído en una trampa, tus ojos volvían a llorar, por la ventana ves pasar los árboles en la dirección contraria a la que ibas, querías gritar, golpear, arañar pero estabas tan entretenido que no te diste cuenta que la camioneta solo te había jugado una broma, en realidad solo había tomado un atajo para llegar más rápido a tu destino, no sabías si reír o llorar de alegría. Bajaste de la camioneta esperando tener otra vida sin reglas, prohibiciones, mandamientos y así era, eras libre pero no de la forma que pensaste, habías cruzado miedo, alegría, enojo, sin darte cuenta habías vivido todo una vida y cuando se llega al final te das cuenta que siempre fuiste realmente libre.
