En las noches amargas de los cielos oscuros deje de soñar para empezar a ver las suaves nubes que atormentaban a la Luna en su aletargado paso por el horizonte, todo esto a causa de la fría despedida, jamás declarada, en tiempos de silencios absolutos. Deje de soñar para empezar a escribir, para poder recuperarme de tanto dolor causados por la musa de mi vida, mis ojeras extendidas por todo mi rostro comenzaron a notarse como se nota la diferencia entre el agua y el aceite, rompí bolígrafos y hojas, termine sangrando tinta por las venas porque todo era hacia tu dedicación. Pero incluso en noches bohemias todo suena más fuerte, incluso mis pensamientos. La fría enamorada del día me acoge para que no me sienta tan solo a causa de tu ausencia pero ni la compañía de ella ni de las estrellas calman mi sed por saber de ti. Aunque no lo creas, el "te amo" mas sincero que he dicho fue en una despedida... Nuestra despedida.
