Capitulo 3

58 3 0
                                    

-¡Lo estoy!-y lo estaba de verdad, pero algo se removía dentro de mí, algo que me hacía estar confundida. Ese tipo de confusión cuando no te explicas, el porqué las cosas avanzan tan rápido y cambian de un día para otro-. Estoy feliz de que hayas seguido adelante con tu vida, me pones el ejemplo-admití.

-¿Qué quieres decir con que te pongo el ejemplo? ¿Sigues enamorada de Mariano?-saltó hacía atrás mirándome con los ojos como platos.

-¡Para nada, antes muerta! Eso ya pasó, a lo que me refiero es que, no te quedas estancada en un pasado; como yo con el accidente de mis padres.

-Oh, lali, eso fue hace ya tres años, ahora eres una fotógrafa profesional de veintidós y tienes mucho que sacar de esa vida que llevas-me pasó el brazo por los hombros-. Pero ahora no hablemos de temas tristes, mejor dime, ¿has conocido a alguien especial?

Sonreí ante su curiosidad y su enorme sonrisa indagante. Pero a la mente se me vino el nombre de Peter Lanzani, como una oleada del viento, rápida y fugaz.

-Qué cosa más extraña...

-¿Qué? ¿A quién conociste?-me di cuenta entonces de que lo había pronunciado en voz alta, o suficientemente fuerte como para que Rochi me oyera.

-¿Eh? Ah...-tartamudeé.

-Vamos, lali, sé que conociste a alguien, tus ojos me lo dicen-insistió, con la sonrisa aún más amplia y los ojos chispeantes de curiosidad.

-Pues, amm... sí y no-farfullé.

-¿Sí y no? ¿Cómo es eso?

-Bueno, conocí a alguien que a decir verdad, me deslumbró; pero...

-¿Pero qué?

-Pero, no puedo decir que sea ese "alguien especial"-hice las comillas con mis dedos.

-¿Por qué no?

-No creo en el amor a primera vista, lo sabes-sacudí la mano, como restándole importancia al asunto.

-Sí; ¿pero sabes? Con Pitt fue amor a primera vista-sonrió, como si de pronto se hubiera perdido en el recuerdo-. ¿Tú dónde conociste al chico?-preguntó de repente.

-Emm... en...-vacilé, mientras buscaba algún lugar ideal-en el avión.

-¿Se sentó junto a ti?-la curiosidad de Rochi parecía nunca terminar.

-Mmm...-recordé entonces cuando Peter se sentó a mi lado en el piso del pasillo, reí-algo así.

-¿Quieres contarme?

Manual de lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora