Fundido En Negro

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"Depierta.... Despierta"
Habia un remolino en mi cabeza, me costaba respirar y no podia abrir mis ojos.

"Despierta"
¿Quien estaba diciendo eso?
Si solo pudiese abrir los ojos y ver al emisor de esa voz, de esa voz dulce, de las voces que te invitan a escucharlas un rato mas prometiendo jamás aburrirte.

"Des... "
Abrí un ojo.... Un cuarto iluminado alegremente por la luz que paseaba desde la ventana se irguió ante mi, un estante con libros, muchos libros fue lo que mas llamó mi atención.... Pero ¿donde estaba" la voz"?
Queria levantarme, explorar el lugar...¿! ¿! Explorar!?!? En que estaba pensando tenia que salir de aqui, ¿y si era peligroso? Mejor no me quedaba a investigarlo, hice ademán de levantarme pero nada paso, moví una pierna y un intenso dolor recorrió todo mi cuerpo hasta llegar a mi columna, traté de nuevo pero solo ocasionaba lastimarme; estaba explorando con mis ojos la habitación para ver si habia algo capaz de ayudarme, cuando mis ojos se detuvieron en algo.... En la parte inferior de la cama habia un bastón y si lograba alcanzarlo podria salir.
Comencé a moverme arrastrandome por el colchón sintiendo leves descargas de dolor; faltaban menos de veinte centímetros cuando escuché ruidos que provenían desde la puerta, mi instinto me dijo que me hiciera la dormida asi que le hice caso, me tiré inmóvil en el colchón tratando de parecer lo mas inconsciente posible.
Se abrió la puerta y me tensé.
Escuché paso hacercandose a mi cama, se detuvieron y...

-No es necesario fingir, se que estas despierta- habia dicho la dulce voz, ¿quien era?, ¿quien en todo el mundo podia tener una voz tan dulce y varonil, tan comprensiva y adecuada?
Quería hacerme la dormida, continuar con el teatro esperando a que se rindiera y se fuera pero tenia que verlo, ¿quien era ese chico?, ya no podia mas, al fin y al cabo algún dia lo tendria que ver, no podia hacerme la dormida para toda la vida.
Tome fuerzas, abrí los ojos y me voltie, lo que vi me sorprendió.
Un chico de no mas de 18 años estaba sentado en el piso apoyando su codo en la cama y recargado sobre su mano con los ojos cerrados.
Al sentir el movimiento, el chico abrió los ojos, unos ojos grises, grises tormenta, unos pómulos elevados y unos labios carnosos que invitaban a besar.
El se levantó, ella se movió.

-¿Te cansaste de fingir?- habia dicho el chico con una sonrisa...
Una bella sonrisa pensó.

-¿Como supiste que estaba fingiendo? - habia preguntado

Lo observaba atentamente, no podía despegar sus ojos de ese chico que tenia algo capaz de hipnotizar, sus ojos, sus labios, la forma en la que movia los brazos al hablar, su cabello ondulado, sus pómulos levantados que daban forma a un perfecto rostro simétrico.

-Estas a veinte centímetros de tu almohada- dijo el en una sonrisa

Ella miró instintivamente hacia el bastón y el la siguió con la mirada, sonrió y se encaminó, tomó el bastón y se situó de nuevo frente a ella, mientras ella lo observaba. Le sonrió mostrando el bastón, animandola a tomarlo.

Ella trató de moverse, pero todo le dolía.

-Me duele- dijo ella con una voz ahogada

-Lo se- dijo mirandola a los ojos, un leve destello se mostró en sus pupilas- y te dolerá un tiempo

-Pero.... ¿que fue lo que sucedió?, ¿como llegué aquí?, ¿quién eres?
De pronto se acordó, estaba en lugar que no conocia, con un chico que no habia visto antes, y solo habia pensado en lo guapo que era.

-Ya había dicho que te habias tardado en el interrogatorio- dijo pasándose los dedos entre el cabello- ¿en verdad no recuerdas nada?, ¿ ni un poco?

Al no obtener respuesta su sonrisa desapareció, sus ojos bajaron hasta el suelo y los plantó en sus pies.
Habia algo, algo doloroso que no era capaz de contarle a esa chica.

Sin embargo a tu ladoDär berättelser lever. Upptäck nu