Introducción

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- ¿Si te diéramos la oportunidad de volver a empezar, qué harías? —Hakira, demonio de odio, iniciaba la conversación con el deseo de alimentar su odio contra Isabella.

- Evitar conocerla —Dijo Julian con aquella sonrisa de la que alguna vez ella se enamoró, haciendo que Hakira, su principal demonio quien diera un inesperado final, levante la cabeza con la certeza de que logró su cometido; desear no volver a verla.

- ¿Por qué? —Se escuchaba desde atrás una voz que causaba largos suspiros llenos de lágrimas en el interior. Era la voz de Frías, demonio de tristeza. Él, al igual que Julian, aun extrañan ese sentimiento que sólo ella puede causarles; amor.

- Así evitaría el que vuelva a sufrir por habernos conocido —respondió confundiendo a Hakira. 

Se suponía que debería odiarla por haber roto aquella promesa que alguna vez le hizo; amarlo con todo y sus demonios. Pero lo dejó justo por ese motivo, justo cuando conoció a los 7 juntos. Sin embargo, Julian estaba claro que ningún humano sería capaz de quedarse con alguien que cargase con tantos demonios, tanto pasado, tantos errores, tantos intentos fallidos de amor.

- ¿Tanto la amas? —pregunta Lyam, demonio de ira, arrastrando las sílabas de cada palabra mientras arremetía contra todos los que estaban a su paso. 

- ¡Dime! ¿Tanto la amas? —repite la pregunta moviendo los brazos brúscamente con los puños cerrados, mirándolo fijamente con ojos llenos de fuego. No del fuego que suele provocar Jhay'er, demonio de lujuria, si no del fuego que uno llega a sentir antes de explotar con furia. Lyam no entendía el porqué de tanto amor, pues la rabia invadía su alma tras haberlos abandonado sin si quiera escucharlos.

- En una sola tarde llegué a amarla más de lo que me amé a mí mismo en toda mi vida. Más de lo que llegué a amarlos a todos ustedes. Ustedes me dieron todo lo que tuve hasta antes de conocerla, pero pude olvidar todo lo que solía tener, lo que solía ser cuando conocí a Isabella.

Respondió él mirando a Lyam fijamente. Ya no le temía a ninguno de ellos, él ahora es más grade y más fuerte que 6 de ellos juntos. Después de conocerla, y aún más después de su final, él aprendió a silenciarlos. total, él era uno de ellos, él era el séptimo demonio en su forma humana; Hakira.

- ¿Y por qué no sales en su búsqueda? Tú podrías hacerlo, ¿no?

- Damon, ¿buscarías a alguien que se fue por decisión propia? Tú, quien me hacías creer que yo era el centro de todo, aprendiste de ella que basta con sólo un beso para dar todo por su universo. Aprendiste que cuando uno ama deja de ser un solitario uno, para convertirse dos en uno —Julian pregunta mientras alistando todo para dormir y reunirse con ella en su mundo en sueños. Mira a aquello que lo acompaña cada noche, y antes de que pudiera despedirse, Zen, demonio de soledad, alguien que no había logrado conocerla, pregunta si le podría contar su historia antes de partir en sueños. Él asintió con su sonrisa endemoniada; amaba contar aquellas historias.

- No te contaré quién fue ella, pero sí quién fui yo con ella incluso antes de conocerla. Te contaré mi vida, la que uds soñaron para mí. Todo empezó a muy corta edad. Apenas tenía 5 años cuando...

Julian sonríe cada vez más, el dolor y el odio empiezan a sentirse en cada palabra, eran sus inicios, el nacimiento del dolor.

...

" En una sola tarde llegué a amarla más de lo que me amé a mí mismo en toda mi vida"

Julian G.A.

Cartas nocturnasWhere stories live. Discover now