41: Te necesito

345 38 28
                                    

Tú no podrás faltarme cuando falte todo a mi alrededor
Tú aire que respiro en aquel paisaje donde vivo yo   

Pablo

Ha pasado más de un mes desde que Sofía nació. En estos días he estado más cercano a mi sobrina. Claro un poco menos que sus padres.

Tami ha estado un par de semanas en Sevilla porque quería visitar a sus amigos. He recibido más notas de Azul. Pero ya no sé qué pensar. A pesar de que las quiero a las dos, ya no tengo necesidad de Azul, sino de Tami.

Entonces ¿Por qué sigues pensando en Azul?

Ni siquiera sé porqué.

Pero necesito a Tami. No me cuesta decirle mi amor, no puedo contener mis ganas de besarle hasta el alma. Las sensaciones que tenía con ella desde el inicio de la relación no han hecho más que crecer. Y quiero mucho más que sus besos. Quiero mucho más que su compañía.

Rasgo notas sobre mi guitarra pensando solamente en Tami. Grabo con mi teléfono para ver si puede funcionar en alguna canción. En unas semanas me iré a Madrid a grabar mi disco, de eso me notificaron hace un par de días y hoy que vuelve Tamara, le diré la buena nueva.

—Pablo —tocan la puerta y es mi madre quién abre— tenemos que salir de emergencia a ver unas cosas de tu padre. Volveremos hasta mañana por la noche. Casi se queda con su novio y Salva...

—Sí mamá. Yo cuidaré la casa —ella sonríe.

—Lo sé hijo. Bueno, saludas a Tami y mis disculpas con ella.

—Sí madre.

Bajo hacia el recibidor para despedirme de ellos y después subo para arreglame a buscar a Tami.

Ya que nadie va a estar en casa... ¡Necesito ayuda! Tomo mi móvil y llamo a la únicas personas que podrían ayudarme.

—Pili... ¿Puedes llamar a Marce y Bio y venir lo más rápido posible a mi casa?

[...]

—¡Enhorabuena Pablete! —exclama Violeta.

—¡Eso es excelente! Me da mucha felicidad que estés cumpliendo tus sueños.

—¿Y lo quieres celebrar con Tami? —pregunta Marce, asiento—. Esto me suena a noche desenfrenada.

La fulmino con la mirada.

—Yo sólo quiero preparar algo romántico para ella.

—¿En el jardín? —asiento— bueno... Lolo y yo te debemos una, así que cuenta con nosotros.

—Y con nosotras.

—Gracias chicas —miro mi reloj— debo irme. Tengo que recoger a Tami a la estación.

Agradezco de nuevo y voy hacia mi coche para ir por ella.

Llego a la estación y pregunto si el AVE ya llegó. Dicen que no, por lo que espero pacientemente en el andén.

Después de unos minutos, un tren se para y veo bajar a la gente. De entre ellas aparece mi novia. Me acerco a ella y cubro sus ojos.

—¿Quién soy? —susurro mientras beso su mejilla.

—Hola amor —sonrío y ella se gira para besarme intensamente. 

—¿Así que me has echado de menos?—sonríe. 

—Demasiado... —me abraza. 

Yo también te he extrañado amor.

—¿Vamos a tu casa?—asiente. 

¡Hey, Moreno!Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz