16: Alianzas y Alitas.

17.8K 1.5K 1.5K
                                    

—Eso suena lindo pero—ladeo la cabeza— ¿No crees que deberías dejar de salir con chicos? Porque a ti quien te gusta es Leo ¿no es así?

Ella me mira con la boca entre abierta y después gira la mirada a otro lado.

—¿Y si es así qué?—ella se acomoda en la cama ahora acostada boca abajo sosteniendo su rostro con sus manos—. No es un cuento de hadas como tú y Virgo que son tan inocentes, Leo es un bastardo mujeriego que sólo se ama a si mismo.

—Yo pienso que le gustas—aseguro con una sonrisa.

— Así como le pueden gustar muchas más, no quiero ser una más del montón—ella suspira—, no sé cómo puede gustarme ese idiota oxigenado.

—Y yo y Virgo no es-

En ese momento tocan la puerta de nuestra habitación.

—Pase—grita Libra.

La puerta se abre y Escorpio se asoma.

—Oye Piscis, necesito hablar contigo—dice él algo ansioso.

¿Escorpio quiere hablar conmigo? Eso si es extraño.

Libra y yo intercambiamos miradas confundidas y regresamos la mirada a él.

—Okey.

Bajo de mi cama y salgo al pasillo con él.

—¿Podemos ir a un lugar más privado?— relame sus labios.

—Me estás asustando—lo miro desconcertada— ¿Mataste a alguien y quieres que te ayude de deshacerte de la evidencia?

—¿Que? ¡No!— él hace un gesto—, vamos al patio.

Sigo a Escorpio al patio mientras que en el camino él voltea a todos lados para asegurarse que nadie nos vea.

Cuando salimos lo miro algo incómoda esperando a que hable. Él se detiene frente a mi al parecer muy nervioso.

—Escucha, se que no somos los mejores amigos pero necesito pedirte ayuda con mucha discreción.

—¿Dónde está el cadáver?

—Ya te dije que no es eso—dice mortificado.

—Ow, bueno dime.

—Prométeme que no le dirás a nadie. Lo que hablemos se quedará entre nosotros.

—Pinky promise—alzo mi meñique.

—¿Qué?—me mira con el ceño fruncido.

—Solo entrelaza tu meñique con el mio— ruedo los ojos.

Él lo hace y al soltarnos se queda callado unos segundos.

—Esto es raro y nunca me había pasado antes—dice él lentamente y agarra aire para dejarlo ir mientras se arma de valor—, me gusta un chico, quiero invitarlo a salir pero no sé cómo, creí que tú con tus cosas gais me puedes ayudar.

Mi boca se cae al suelo y abro los ojos incrédula.

¡Qué se detenga el mundo aquí por favor!

—¿Te gusta un chico?—pregunto para confirmar que no estoy alucinando.

Él asiente lentamente.

Entonces doy el grito más fangirl que nunca había dado en mi vida cómo fujoshi.

—Creo que te puedo ayudar— pongo mi barbilla entre mi pulgar e índice y la masajeo conteniendo una hemorragia nasal—, pero necesito saber quién es el otro chico, así para espiarlo y saber que le gusta y como conquistarlo.

La casa del Zodiaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora