Superfluo e imberbe

76 6 3
                                    

No me juntaré con pobretones, dije con tono natural, y sin atisbo de sonrojarme.
-La verdad es que me incomoda tener que compartir mis alimentos con ustedes,  seguí diciéndoles  como si les importara.  -
Tengo un auto, hermosas propiedades, una empresa fructífera, y todas las mujeres que desee. Nunca me faltó nada, eso de trabajar realmente no sé que es, pues la empresa al igual que todas las posesiones  son mi humilde herencia.
Pasé mi adolescencia, estudiando, alcoholizando me y drogándome. Fueron tiempos hermosos, casi de ensueño. Todo cambió al morir mi padre, pues pensé que heredaría solo el dinero, pero al parecer viene con  un precio alto. Responsabilidad le llaman.  Aseguran que el futuro de los mas de 1600 trabajadores depende de mi, y de mi capacidad de liderar. Pobres diablos,  no tengo futuro propio, y si voy a estar preocupado por gente que ni me va ni me viene.  Mis gustos y riquezas depende de ello,dicen con displicencia.
Un día normal para mí se basa en, desayunar a las siete en punto, reposar, ir al gym, montar en moto, y buscar un buen sitio para ir de rumba. No pido màs de la vida, no quiero màs tampoco, por eso delegué a un grupo de expertos para que manejen la dichosa organización. Espero que ese montón de sabiondos sepan lo que hacen, me gusta mi estilo de vida, y me gustaría conservarlo. Puedes pensar de mi lo que quieras, que soy un bueno para nada, un inútil, y demás, pero la verdad es que no tengo la culpa, que cada uno viva su destino, y que acepte lo que le toca. Mi vida es superflua, y mis acciones son de un imberbe.

HISTORIAS BREVESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora