-No lo sé, pero podemos intentarlo… –ronroneó formando una sonrisa picarona.

Otra vez aquellas mariposas se hicieron notar en mi estómago, sentimientos que él y solo él era capaz de despertar en mí.

-¿Ahora? –poco a poco nos fuimos apegando más el uno al otro, entre risas y caricias.

-Ahora mismo –besó la comisura de mis labios.

-¿Y Gemma y Ed?

-No creo que les importe.

Ronroneé perezosamente cerca de sus labios antes de depositar un pequeño beso en ellos, incitándole a comenzar con nuestro juego.

Sus brazos siempre curiosos se hicieron paso por mi cintura y me envolvieron en un abrazo para luego, sin saber muy bien cómo, levantarme de la cama. Enrosqué mis piernas a su alrededor y él hizo una mueca de desagrado antes de besarme.

-No pesas nada, Harry –observó entre beso y beso.

Suspiré pesadamente. No quería que sacara ése tema justamente en aquellos momentos.

-Cállate –prácticamente supliqué.

-Pero…

-Por favor, Louis.

Suspiró y me dejó en el suelo cuidadosamente, pero antes de que yo pudiera llegar a extrañar el contacto de su piel junto a la mía, llevó sus manos a mis mejillas.

-Después tendremos una conversación seria tu y yo –quiso sonar amenazante, pero la dulzura en su voz lo impedía.

Se preocupaba por mí, y, por mucho que quisiera enfadarse, lo único que hacía era buscar lo mejor para mi salud y eso hacía que se volviera una ternura de persona.

Llevé mis manos sobre las suyas y se las aparté de mi cara lentamente para poder entrelazar nuestros dedos.

-Después –acordé.

Hicimos una pausa inconscientemente que nos permitió observar el uno al otro, cada una de nuestras facciones sin perdernos detalle de nada.

-Harry, te quiero.

-¿Mucho? –sonreí.

-Muchísimo.

Me acerqué a él temeroso de mis propias acciones. No tenía ni la menor idea de cómo manejas aquél tipo de situaciones, no sabía cómo actuar ni qué decir. Simplemente estaba ahí, improvisando sobre cada paso que daba, indefenso cual cordero en frente de un lobo hambriento.

-Demuéstramelo –sonreí tímidamente y volví a colgar mis brazos en su cuello.

Rápidamente me respondió a mi sonrisa y ató sus brazos a mí alrededor con fuerza, comenzando a caminar hacia atrás. Cruzamos la puerta de la habitación de mi hermana y nuestros pasos nos llevaron a chocar contra la fría pared del pasillo. Reí ante su mueca de falso dolor en cuanto lo apreté todavía más contra la pared para poder apoderarme de sus labios de nuevo.

-Pensé que era yo el que debía demostrar el amor –rió esclavo de mis besos y me separé de él para darle ventaja.

-Lo siento –reí con él-, había echado de menos esto.

-Eso no te da derecho a terminar conmigo antes de empezar.

Le miré picaronamente y con una sonrisa permanente en sus labios emprendió camino de nuevo hacia mi habitación, besándome con ternura tal y como él sabía hacer.

Al entrar a mi habitación le di un manotazo a la puerta y la cerré de golpe ansiosamente, haciendo reír a mi novio de una manera adorable. Mientras nos movíamos hacia atrás el pequeño cuerpo de Dusty se coló por nuestras piernas, haciendo caer a Louis, con quien fui arrastrado por la fuerza.

East Of Heaven ~ Larry Stylinsonحيث تعيش القصص. اكتشف الآن