DESTRUIDA | Neymar Jr |

Capítulo 8

Haylee:..

Por las mismas escaleras en la que anteriormente bajó Neymar apareció otra persona, y esta vez si mis ojos se abrieron de la sorpresa, no podía creer tener a esa persona frente a mi...

-Carolina, avisale a Ney que luego vuelvo

-Carol..

-¿Qué?

-Soy Carol, no Carolina

-Da lo mismo-La modelo se encogió de hombros restandole importancia-¿Y tu quien eres?-se dirigió con una mueca de desagrado hacia mi-No me digas que tan mal gusto tuvo mi Ney-soltó una carcajada

-El buen gusto se le fue al pendejo de Neymar por andar con una interesada como tu-el enojo en la voz de Carol se hizo notar-Si me das el gusto, retírate que en esta casa hay que hacer cosas productivas, tal vez deberías comenzar a hacer algo tu también...

-Ya Carito...-volvió a aparecer Neymar

-Carito nada, Neymar-si estuviese en otra situación este momento me causaría gracia, sus palabras y argumentos eran los de niños pequeños y yo tan solo observaba como si fuese la espectadora de un partido de tenis, mi mirada iba de un lugar al otro-Ahora corre a esta... señorita, de aquí si no quieres que lo haga yo-el bufo pero aún así le pidió que se marchara.

-Me voy pero porque tengo que trabajar...-la castaña sujetó su bolso a su estilizado brazo y chocando mi hombro con el suyo, dejandome un dolor físico, se marchó

-Cariño...-presté atención a la rubia quitando mi vista que estaba fija en la puerta principal-Renata te enseñará tu cuarto y estará a tu disposición por cualquier motivo, nosotros nos iremos a una cita con un ps...

-No le interesa donde, Carol, vamonos de una vez que perderemos la cita-ella suspiró pero aun así asintió y luego de asegurarse que la empleada estuviera junto a mi se marchó por donde Neymar lo había hecho

-¿Se le ofrece algo señorita o le enseño su hab...?

-Me gustaría tomar un poco de aire-intente hacer una sonrisa pero el dolor en mi espalda impedía que fuera del todo sincera-Y tomar asiento, por favor

-Claro-su rostro demostró inseguridad pero aún así aceptó-Acompañeme-con pasos lentos seguí los de la empleada, que me llevaron hacia una puerta de cristal muy parecida a la mansión de Brasil, en la que se podía ver el jardín, aunque este no era tan bonito como el de allí, a decir verdad no era para nada bonito.

La falta de color que había, al igual que la falta de mantenimiento y limpieza hacia de ese espacio una frío, poco acogedor y un tanto espeluznante. Las hojas marchitas de los árboles secos que rodeaban el jardín, las pocas flores que habían estaban marchitas, la gigantesca piscina estaba repleta de juguetes olvidados y hojas. Un completo olvido y desperdicio.

-¿Qué sucedió aquí?-murmure cuando deje de observar

-No tenemos permitido hablar de la vida del señor Da Silva, disculpe señorita

-Pero...-decidí cerrar mi boca, no necesitaba más problemas aún-Esta bien, necesito conocer mi habitación-Y como lo pedí, Renata en segundos me dirigió hacia donde sería mi cuarto, dejandome a solas con mis miles de pensamientos.

¿Qué estaba ocurriendo conmigo? Estaba cansada de ser tan frágil ante Neymar, que con solo una mirada o un movimiento cause escalofríos y miedo en mí; y cuando él no estaba ¿qué hacía yo misma, conmigo? Pensaba e imaginaba situaciones que nunca sucederían, pero principalmente perdía el tiempo, esta monotonía me generaba demasiado estrés.