Capítulo 5

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Luna se quedo helada. Volteo para mirar a su novio, que la observaba sin entender. Sin decir una palabra, dejo pasar a Travis. Este entro casi corriendo, acortando el espacio que quedaba entre los dos, y la abrazo. Y Luna casi se cae de tanto que le temblaban las piernas. Y él casi se desmaya de lo delicioso que era su perfume y de lo mucho que había extrañado abrazarla. Y entonces él se dio cuenta de que no eran los únicos en la habitación.

Ayrton miraba la escena inexpresivo. No sabía bien que decir, porque estaba confundido. Tan confundido como Travis, aunque a este último no le costó demasiado tiempo atar todos los cabos.

Se separo de Luna y la miro, como exigiendo respuestas.

—Travis... ¿Que estás haciendo aquí? —pregunto Ayrton, al ver que ninguno de los dos decía una palabra. Este miro al suelo, elevo su mirada y suspiro, poniendo en sus labios una sonrisa falsa.

—Vine de visita para pasar las fiestas con mi familia y quería ver a Luna... Bueno, a ustedes también, claro. Paso tanto tiempo... —la frase de Travis quedo en el aire, y pronto el cuarto se lleno de un silencio incomodo que ninguno sabia como romper.

—Es genial que estés aquí, Travis —comenzó ella, luego de unos segundos que se sintieron como años. Levanto su vista para mirarlo fijamente— De verdad, un día de estos tenemos que juntarnos a tomar un café así nos cuentas como va tu vida por allí. Por nuestra parte, podrás ver que... Bueno, Ayrton y yo estamos saliendo.

A Luna le costó tanto decir esas palabras que sentía que luego de pronunciarlas iban a tener que llamar a emergencias. Pero eso tenía ella. Cuando había que decir algo, lo decía, sin idas o vueltas. Y por la cara que puso, eso no era lo que Travis quería escuchar, pero era la pura verdad.

—Oh... Así que ustedes dos... Bueno... —Travis suspiro hasta quedarse sin aire— Me gustaría decir que me alegro por ambos, pero claramente... No es así.

—Lo siento Travis —Luna se apresuro a responder, sintiéndose cada segundo peor— Las cosas se dieron solas, no es nada que hayamos pedido...

—No, Luna, está bien. Yo entiendo... Sin embargo, no voy a mentirte —en sus manos aun sujetaba una pequeña bolsa con algunos regalos para ella— Vine hasta aquí para decirte que te extrañaba, y que volvería por ti.

El silencio volvió a sumergirlos. Ayrton creía que no había nada para decir de su parte, porque de alguna forma, se sentía culpable y como un pésimo amigo.

—Paso un año Travis —volvió a hablar ella, con un nudo en la garganta— Y un año es mucho tiempo...

—Mi novia y mi mejor amigo —murmuro él, en voz baja, para sí mismo. Sin embargo, había tanto silencio que fue inevitable escucharlo.

Ayrton no sabía cómo manejar la situación.

—Lo siento, amigo...

Travis negó con la cabeza.

—No pasa nada, ya esta... Ya debería irme. Así que, nos vemos chicos, suerte con... Eso.

Encaro hacia la puerta, pero Luna lo detuvo rápidamente.

—Un día de estos podemos sentarnos a charlar... Somos adultos, Travis...

—Sí, bueno, ya veré como manejo la situación —le dedico una última sonrisa, y antes de que ella se largara a llorar, se marcho, cerrando la puerta y dejando en completo silencio el departamento tras él.



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