Gritos de Lagrimas

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Liam una vez más estaba feliz por llevar a sus pequeños al colegio, los había despertado temprano, les vistió con el uniforme y les preparo un buen desayuno. Lo único que le tenía preocupado era Ian, su pequeño hermano tenía el humor de perros últimamente y había preguntado el motivo, pero no recibía más que una negativa respuesta. Comprendía y lidiaba con la personalidad rebelde de su pelinegro pero no entendía cuando fue el día en que le dejó de tener confianza. Ian ya no era el mismo, antes el podía ser un hijo de perra con todo el mundo pero el único que se libraba de ese Ian era él, ahora parecía que su hermano lo consideraba uno más de la asquerosa sociedad y eso le ponía triste.

-¡Papa!- chilló Lori. Corrió a los brazos del moreno quien apareció en el vestíbulo y de un salto se trepó en él. Liam siente sus mejillas rojas, no sabe cuántas veces a pedido a sus niños no llamarle así, pero los chiquitines hacían caso omiso. Liam siempre les cuido y ellos le miraban como una figura paterna, luego ver al moreno coquetearle, besarle y abrazarle en sus mentes crean la figura de una pareja y que ellos juntos son una familia, sin olvidar a Ian que ocupa el lugar del tío gruñón.

-¿se iban a ir sin despedirse mocosos?- preguntó Zayn mirándoles con las cejas alzadas a los pequeños, pero sin borrar su sonrisa seductora que era dirigida para el castaño, ese que le estaba evitando por dos días, sabía que el joven estaban tan apenado y avergonzado por tal situación cachonda en la cocina. Los niños corrieron hacia él, rodeándoles las piernas y dando saltitos pidiendo ser cargados como la pelirroja, quien se aferraba al cuello del moreno impidiendo ser soltada por él.

Liam miro como Ian aparecía en el lugar, caminando con la vista perdida, sus pasos hacían eco y por un momento los remolinos quitaron su atención de Malik solo para sonreírle al tío malhumorado pero este les ignoro. Su hermano mayor le tomó el brazo deteniéndolo, Liam podía jurar que esos ojos verdes mirándole furioso le hizo temblar. No comprendía la molestia que tenía su pequeño hacia su persona, el recordaba no hacer nada malo o decir algo que le ofendiera. Aveces pensaba que Ian seguía molesto con él por haberlo hecho ir ayudar a Tomas por su desastre, pero el descartaba la idea por qué su hermano le había dicho que estaba bien, que también había comprendido el castigo.

-¿sucede algo?- susurro nervioso, esa mirada penetrante le hacía temerle y no sabía por qué, era su hermano menor no tenía porque tenerle miedo. Mordió su labio cuando Ian no respondió al contrario dejó puesta su mirada en sus asustados ojos miel, como a si fuera la única forma de asesinarlo con la mirada. Esos ojos verdes que Liam consideraba como los más bonitos que allá visto, claro después de los avellanas de Zayn. No tenían ese brillo, no tenían más felicidad o tranquilidad.

-Déjame en paz- escupió. Sus dedos rodearon la muñeca de su hermano y apretaron el contorno importándole un comino el gemido de dolor que emitió el castaño. Sus ojos no dejaron los preciosos del mayor, sus cejas se arrugaron y su mandíbula se tensó haciendo notar sus pómulos. Miraba sin compasión a su hermano, quería decirle cuanto lo detestaba, cuanto le odiaba, quería desearle el mal no importaba si ya habían pasado por allí pero él deseaba que Liam volviera pasar por ese camino, una y mil veces.

-Ian, me estás lastimando- jadeo Liam, se acercó más al cuerpo de su hermano escondiendo el tosco agarre de la vista del moreno, éste le miro curioso pero Liam le sonrió forzadamente y agradeció que Chloe haya distraído su atención. Asegurándose que Malik no le estuviera viendo regreso su mirada al pelinegro, dándose cuenta que este nunca le quitó los ojos de encima, en ese mismo instante le desconocía, ese no era su hermano. -¿qué pasa? Dímelo por favor- suplico intentado sacar los dedos ajenos de su muñeca, sus ojitos comenzaban humedecerse del dolor. Recargo su frente con la de su hermano pensando que así le haría sacar de su transe pero lo único que recibió fue una sonrisa siniestra.

Amor Callejero |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora