–Y porque hasta el domingo?- pregunte apoyando mi frente en la de ella mientras respirábamos pesadamente.

–Porque tendre a Karla alrededor mio las 24 horas del día.- dijo besando suavemente mi cuello. Era la primera vez desde el primer beso que me besaba el cuello. –Pero no llores, ya me daré el tiempo para compensarte los besos perdidos.- dijo mientras plantaba suaves besos en mi cuello y me estaba volviendo loca. Los besos que me había dado hasta ahora la gran mayoría eran inocentes, eran con ternura, este era diferente, este era para provocarme y lo supe por su tono de voz, calmado, suave y extremadamente sexy.

–Ta-Tana- dije tartamudeando y ella hizo como si no hubiese dicho nada ya que seguía haciendo lo suyo en mi cuello. Estaba haciendo un camino hacia mis labios cuando tocaron la puerta y Santana prácticamente salto del lugar.

–Por la mierda.- dijo muy despacio y sonreí.

–Santana?- dijeron y era la voz de Sugar.

–Ya voy.- dijo acercándose hacia mi nuevamente pasando sus dedos por mi labio y por mi cuello.

–Tienes mi labial, límpiate acá.- me dijo sonriendo y se dio la vuelta para abrir la puerta. Me pase los dedos por el cuello mirando hacia el escritorio para que Sugar no vea mi rostro ya que estaba segura que estaba completamente ruborizada.

–Que paso?- pregunto Santana.

–Porque tu puerta estaba con llave?

–Estábamos viendo unas cosas y se cerro por casualidad, esta malograda la manija.

–Ah ok, Karla está con Puck pero esta desesperada, ya quiere ir a tu casa para ver a Quinn.

–Ok, ya voy para allá. Dile que me de dos minutos.- dijo y Sugar se fue dejando abierta la puerta.

–Sigues teniendo en el cuello.- dijo acercándose y limpiando la marca con sus dedos. –Porque te pones tan nerviosa?- me pregunto con su clásica sonrisa ladeada.

–Me pones nerviosa.- admití.

–Por que? Soy un simple ser humano.- dijo riendo.

–Supongo que la risa es porque sabes que eso no es verdad no?- dije y me guiño el ojo.

–Ya vamos que Karla volverá loco a Puck.- dijo recogiendo sus cosas.

–Iremos a su casa no?- pregunte.

–Sí, Emma ha dejado su maleta con sus cosas así que solo iremos a recogerla.- dijo saliendo de la oficina y la seguí. Fuimos por Karla y después nos subimos a la camioneta. Durante todo el camino Karla me hizo diferentes preguntas, sin duda la mas importa era si me gustaba jugar con muñecas, a la cual respondí que si y ella estaba completamente feliz por eso. Llegamos a su casa y Santana recogió su maleta y unos juguetes y los puso en el maletero. Cuando llegamos a casa Rachel estaba en el sillon y Karla se le tiro encima.

–Como has estado, hermosa.- le dijo Rachel mientras la acomodaba en sus piernas.

–Muy bien, he crecido.- le dijo .

–Ya me vas a alcanzar.

–Le falta cinco centímetros para alcanzarte.- dijo Santana burlonamente y Karla comenzó a reír, al igual que yo. Quinn y yo pasamos lo que quedaba de la tarde jugando con ella y sus muñecas, mientras que Santana revisaba unas cosas en su laptop desde la mesa de la sala. Cuando ya era de noche cenamos.

–Con quien voy a dormir?- preguntó Karla mientras que Santana recogía las cosas de la mesa.

–Tienes que dormir conmigo.- dijo Quinn

CAMBIASTE MI VIDA (BRITTANA)Where stories live. Discover now