*Cuidar de ti*

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.Te recomiendo que le pongas play si estás acostumbrado(a) leer con música.
.La canción no tiene letra.

Me recosté en la cama y pase mis manos por sus mejillas tratando de limpiar las lagrimas que una vez más adornaban su rostro

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Me recosté en la cama y pase mis manos por sus mejillas tratando de limpiar las lagrimas que una vez más adornaban su rostro.

- Naruto...- sonreí al escuchar mi nombre en sus labios y me recargue en su pecho escuchando el sonido de su corazón.

Si tan solo mis manos pudieran tocarlo realmente.

Sus brazos se movieron y yo suspire cerrando los ojos, disfrutaba del calor que salía de su cuerpo, disfrutaba del sonido de su respiración. Lo vi abrir los ojos y me aleje de el moviéndome hacia la parte de la cama que quedaba pegada a la pared.

-Buenos días. - dijo viendo a la ventana que apenas comenzaba a iluminarse por unos cuantos rayos de sol.

Sabía que él me hablaba a mí, una parte de mi corazón hubiera latido en otros tiempos de felicidad de saber que siempre estaba en su mente, pero ahora solo podía sufrir al ver los intentos que hacía por volverme a escuchar.

"Buenos días Teme"- conteste feliz. A pesar de que sabía que mis palabras nunca mas llegarían a sus oídos.

Le vi desaparecer por la puerta del baño y decidí pararme yo también, conocía su rutina y sabía que tenía que estar listo si quería acompañarle. Aunque en realidad siempre estaba listo para estar con él.

Le espere en la salida y le sonreí cuando sus ojos chocaron con los míos.

¡Como amaba sus ojos!

Subí al auto y le mire ponerse el cinturón antes de prender el vehículo.

-¿Lo mismo de siempre? - pregunto y yo asentí con entusiasmo.

Me gustaba las pequeñas charlas que hacia conmigo, a pesar de que nunca me escuchaba responderle, a pesar de que solamente parecía ser él hablándole a la nada.

La música lenta comenzó a inundar el interior y yo me relaje. El silencio no me incomodaba, en realidad era algo que agradecía en demasía. La oficina era demasiado ruidosa y estos minutos de silencio que brindaba el camino me preparaban para el día de locos que normalmente atacaba a Sasuke.

Una pequeña melodía un poco más ruidosa se mezclo con el concierto de violín que sonaba en el auto y yo mire con enfado a Sasuke cuando contesto la llamada, muchas veces habíamos peleado por su mala costumbre de contestar el teléfono cuando manejaba. Mire con atención la carretera y me perdí en la música ignorando la conversación o eso pretendía hacer hasta que una oración me hizo regresar la vista a su dirección.

- El más grande que encuentres, si, si, son para él.- sonreí ante su tono de fastidio que utilizaba cuando no quería dar explicaciones y volví la vista a la carretera.

Sabía que se sentía culpable, que el único modo que había encontrado para reparar su daño después de mi muerte era el de comprar grandes arreglos florales, los cuales depositaba en mi tumba una vez por semana, si tan solo supiera que yo no me encontraba ahí, que esa tumba era solo un lugar donde descansaba mi cuerpo y que mi verdadero lugar era siempre al lado de él.

Tu AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora