* Todo acabo *

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.Te recomiendo que le pongas play si estás acostumbrado(a) leer con música.
.La canción no tiene letra.

Sentía la sangre escurrir por mis muñecas, el calor abandonaba mi cuerpo lentamente y el aire comenzar a escasear en mis pulmones

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Sentía la sangre escurrir por mis muñecas, el calor abandonaba mi cuerpo lentamente y el aire comenzar a escasear en mis pulmones.

¿Todo terminaba así?

¿En una fría habitación de hotel?

¿Con el recuerdo de la persona amada plasmado tras mis parpados...?

Mi cuerpo se estremeció otra vez y un suspiro quejumbroso salió de mis labios, sabía que tenía que dejarme ir, pero mi alma seguía aferrada a la esperanza de que él me encontrara y me dijera que su abandono era solo una vil mentira, producto de la negativa de sus padres a que estuviéramos juntos.

El frio invadió mi cuerpo y me vi obligado a cerrar mis ojos, perdiéndome en el recuerdo de aquellos ojos negros que me habían mostrado tanta luz, en aquellos ojos que había contemplado infinidad de veces.

Trate de moverme un poco, tomar el teléfono y marcar el único numero que me sabía de memoria el único numero que había marcado infinidad de veces, pero mi cuerpo ya no me respondía, se negaba a cooperar conmigo a cumplir mi último deseo.

Volví a boquear por aire, que trate de retener por unos minutos en mi organismo.

Y con un esfuerzo monumental, mi mano se estiro logrando tomar el teléfono, mis dedos temblorosos marcaron los dígitos correspondientes y apreté el altavoz consciente de que mi brazo ya no me ayudaría a sostener el aparato...

Deje que el ruido de la marcación embotara mis sentidos...

Me deje perder por el recuerdo de su adiós.

Estábamos retozando en la cama cuando sus manos se detuvieron en mi cuerpo, sus ojos buscaron los míos y yo no me negué a sostener la penetrante mirada, Sasuke se había vuelto todo para mí, en la luz que encuentras en medio de la oscuridad, en la única persona que podía darle paz a mi corazón, una paz que en mi vida parecía inexistente, con su voz podía llenar mi día de alegría y con sus manos derretir el hielo que por años se acumulo en mi corazón.

Su sonrisa apareció en su rostro y un beso se poso en mi frente, sus brazos me sostuvieron con fuerza cerca de él y un suspiro de placer salió de mi boca, contento por los pequeños detalles que mostraba para mí.

-Te amo...- susurre entre un beso y sentí sus brazos apretarme más.

Su boca busco la mía con desesperación, dándome un beso caliente, un beso que rayaba a lo salvaje, sus manos viajaron por mi cuerpo como en infinidad de veces, pero esta vez su tacto era más delicado, como si tratare de cuidar de mi cuerpo para que este no se rompiera. Sus manos volvieron a parar y lo escuche retener la respiración, mis ojos buscaron los suyos y su mirada se volvió a posar en mi.

Tu AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora