—No te quisimos decir cuando viniste que estábamos buscando porque no era el momento, aparte fue tan frustrante Cali, miles y miles de test hicimos y siempre negativo, creo que eso nos convencía de buscarlo más.

—Sí porque hasta lo que yo sabía, no querían saber nada con bebés.

—Es que en realidad no, pero a fines del año pasado tuvo un atraso y fue falsa alarma y como que nos empezamos a emocionar y cada vez eran más las ganas, pero no es que no quería contarles, es que era decepcionante esperar el mes y que no fuera.

—Bueno pero ahora lo es, y es lo importante. —le sonreí agarrando su mano y él asintió sonriendo de la misma forma. — ¿Y cuándo le van a contar a mamá y papá?

—Teníamos pensado viajar esta semana, pero al final trabajamos los dos y preferí que vinieras vos, no te sentí bien y me imaginé que era mejor que te desconectaras un poco.

—Sí para mí también fue una buena idea, en casa las cosas están... cada vez tengo más ganas de matar a Antonella, no se preocupa por nada, Dylan está siendo criado por mamá como un hijo, no como un nieto para malcriar.

—Pero si se lo sigue permitiendo no podemos hacer nada Cali, yo ya hablé con mamá, papá y con ella, y es in circulo vicioso que lamentablemente el que sale perjudicado es Dylan.

—Y es lo que más me duele, encima ahora aprendió a caminar y hay que estar detrás de él todo el tiempo, ¿te pensas que a ella le duele la espalda por doblarse todo el día?

—Me imagino que no, todos los vídeos que vi son papá, mamá y vos. —se rió, pero era indignante en realidad. —Y más allá de eso, ¿qué pasó con...ay cómo se llamaba?

—Dante.

—Ese, ¿qué pasó con él?

—Es historia vieja ese, o sea quiere volver pero yo no quiero.

— ¿Ahora hay otro?

—En realidad siempre estuvo, pero cambiaron algunas cosas. —le dije y él se cruzó de brazos para mirarme interesado. Yo suspiré.

—Te escucho.

—Es que es complicado, no sé cómo explicarlo porque no sé cómo se llama lo que siento y soy una estúpida porque no debería sentir nada.

—No es como si eso se pudiera elegir Cali, sentís porque sos humana, contame sin tanta metáfora.

—Bueno, empiezo por el principio.

—Creo que es lo correcto. —dijo y yo me reí pegándole un poco, estaba nerviosa sin razón pero me sentía contenta de por fin contarle a alguien.

— ¿Te acordas que te conté que Dante era bisexual y todo eso? Bueno, resulta que con un chico que gustaba de él, que es gay obviamente, al principio no nos llevábamos bien porque los dos lo queríamos, pero...

— ¿Pero...?

—Después nos hicimos amigos y empezamos a hacerle algunas maldades a Dante porque jugaba con nosotros, a dos puntas, era divertido pero después él no quiso saber nada con Dante y me lo dejó a mí, pero yo tampoco quise y lo apartamos del medio, y nuestra amistad siguió.

—Me imagino un poco dónde termina la historia.

—Él se enojó mucho cuando yo vine para acá con Dante, tuvimos una discusión fea porque le molestó en serio, al principio no entendía el porqué pero después saqué la conclusión que eran celos...pero como estúpida que soy pensé que eran celos por él.

—Coincido con lo de estúpida, es obvio que los celos eran por vos.

—No sé, no me quiero armar una película tampoco.

¡Va a ser mío!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora