¿Enamorarme? Jamás; Jos Canela.

Capitulo 17

Narra Jos:

Habíamos llegado, mi suegra —ay que raro se escucha decir eso. —le hablo a Esther, que por lo visto estaba en su habitación.

Venia bajando, escuchaba sus pasos, voltee para verla, Wow, fue lo que pude decir, se veía realmente hermosa, vestía un vestido azul y tacones plateados. Camino hasta donde estaba yo, por mi parte seguía, puede decirse en shock por su belleza.

— ¡Jos! —me grito y me saco de mi trance.

— ¿Qué pasa? —pregunte.

— Estas todo zombie, te hablo y no me haces caso.

— ¿Ya te dije que te ves hermosa? —se sonrojo, casi no lo hace. —Ahora aún más. —la acerque a mi tomándola de la cintura y la bese, ella tenía sus manos en mis hombros, desgraciadamente fuimos interrumpidos por el sonido de la puerta y de nuevo por un flash.

—Mamá, ¿puedes dejar de hacer eso? —le reclamo a su mamá, otra foto.

—Es para el álbum de recuerdos. No se enojen. —Dijo mi mamá. Volvieron a tocar la puerta.

—Yo abro. —me ofrecí y fui hacia la puerta, cuando la abrí me encontré con Odette, Bryan y Alonso. —Hola, pasen.

—Hola. —dijeron ellos al unísono.

—Bienvenidos chicos pasen, en unos momentos más cenaremos. —Les dijo la mamá de Esther mientras recibía el pequeño postre que Odette llevaba en sus manos.

Narra Esther:

Ya habíamos cenado todos, Alonso se había ido después de terminar, *—No vine solo a cenar pero mi madre me acaba de enviar un mensaje diciendo que llegaron mis tíos con más comida, así que, adiós dieta. —* eso fue lo que dijo antes de irse.

—La cena estuvo deliciosa señora segunda mamá, pero ya nos tenemos que ir. —Dijo Odette acercándose a mamá para despedirse. — ¡Feliz navidad! —Dijo para todos.

—Feliz navidad chicos, váyanse con cuidado. —dicho esto se fueron.

En lo que restaba de la noche estuvimos platicando, me refiero a mi mamá, Jos, su mamá y yo. Ellas decían como éramos antes de conocernos, la verdad que somos muy parecidos porque nunca nos gustaron las cursilerías, bueno a mi si en algún momento de mi vida, pero reaccione a tiempo. Hartos de la plática de nuestra infancia, decidimos salir al patio.

—Que linda noche, ¿no crees? —menciono Jos.

—Sí, lo es. Por cierto, lindo traje.

—Gracias. —respondió el. —Mamá me dijo que usara esto. —traía un pantalón negro con una camisa blanca y corbata, se veía lindo y muy guapo.

Estuvimos un rato mirando el cielo estrellado, era hermoso.

— ¿Cuál será su secreto? —pregunte de repente.

— ¿Secreto? ¿De quiénes?

—Bryan y Odette, ¿cómo le harán para estar juntos por tanto tiempo?

— ¿Que tanto?

—Casi cumplen 4 años.

— ¿Enserio? —Volteo a verme.

—Sí, pero esa es una historia que aún no te contare, aunque será mejor que ellos nos la cuenten.

—Ok, organicemos una reunión. —Asentí a su idea.

—Sabes. —Dije.

— ¿Que?

—Mis hijos se llamaran Peppe y Roni.

— ¿Peppe y Roni? —pensó por unos segundos. —Ah ya entendí.

—Por la pizza. —Complete.

—Ay, que imaginación la tuya. Por lo mientras ya tenemos nombres para nuestros hijos. Tendrán que ser gemelos para que les quede mejor.

—Si. —Respondí, se acercó y me beso.

Después de un rato decidimos entrar, ya era demasiado tarde. Así que mi mamá sugirió que se quedaran, gustosamente aceptaron.

—Entonces usted se queda en el cuarto de visitas y Jos aquí en la sala. —dije.

—Mejor duermo contigo, ¿puedo? —Cuestiono.

—Claro. —Respondí.

— ¿Enserio? —Volvió a preguntar, se ve emocionado.

— ¡NO! —contestaron las dos madres.

Reí. —Lo sabía iré por una almohada.

Regrese y solo quedaba Jos despierto, le pase las cosas y se acomodó, enseguida subí a mi cuarto y me puse mi pijama de palmeras, intente dormir pero no pude, baje de nuevo a la sala y fui a donde dormía Jos.

—Oye, Yosesin—susurre y lo movía ligeramente.

— ¿Qué pasa? —estaba medio dormido.

— ¿Puedo dormir aquí contigo? —Pregunte.

—Claro. —me acomode, fue difícil ya que era un sofá pequeño, pero lo logramos.

—Te quiero. —Susurro en mi oído.

—Yo también. —fue lo que le respondí.

Nos dormimos profundamente, era obvio que me abrazaba.