Odette: Quien quisiera tener a Jos, espera tu sí. —Empezó a reír pero al ver nuestras caras de enojados (Jos y yo) dejo de hacerlo. — Bueno cuando terminemos nos veremos ahí. —señalo un lugar cerca de las cajas. —Y nos enviamos un mensaje, ¿Va?

Jesther: ¡Va! —Respondimos al unísono.

Odette: Ay que bonito, hablaron al mismo tiempo, Jesther está presente. —Levanto los brazos.

Cada pareja se fue a buscar lo que le toco. Es divertido comprar con Jos, él es muy guapo, digo gracioso porque siempre encuentra el chiste perfecto para cada momento.

Una de las tantas cosas que nos tocó en nuestra mitad de la lista era el pavo, cuando llegamos a los refrigeradores donde se encuentran.

Cuando lo saco del refrigerador, empezó a jugar con él, según Jos "estaba bailando".

Un par de horas después terminamos nuestra mitad.

—Les avisare que ya terminamos. —Dijo Jos mientras sacaba su celular.

—Sí, pero apúrate que ya me canse. —Por suerte odio los tacones y en esta ocasión tengo puestos zapatos normales.

—Floja que eres Esther. —Envió el mensaje y rápido le contesto Bryan diciendo que solo les faltaba una cosa pero ya iban para allá.

—Pero así me quieres. —Sonreí, Jos asintió y me dio un pequeño beso en los labios

—Vámonos ya, según Bryan ya estaban cerca.

Llegamos al lugar minutos después porque me quede viendo parte de una película que estaban pasando en las televisiones, ellos ya estaban ahí.

Nos formamos en una fila pero era demasiada larga. Entonces recordé algo que olvide agregar al carrito.

Esther: Oye, Odette. —la saque de la fila dejamos a los chicos formados.

Odette: ¿Qué pasa? —Solo veía a Bryan.

Esther: Necesito que me acompañes a comprar algo que se me olvido.

Odette: ¿Qué cosa? —Cubrió con sus manos su boca, después las quito y dijo. —No me digas que quieres condones. —Lo dijo muy bajo para que nadie más que nosotras escucharan.

Esther: Si, digo ¡¡¡NO!!! Acompáñame por unas toallas sanitarias.

Odette: Ah, porque no las compraste antes. Entiendo, ya sé porque ibas con Jos, ¿verdad? —Asentí. — Vamos. Y de paso pasamos a la farmacia por unos condones porque creo que yo si los ocupare. —Mis ojos se abrieron como platos. —No es cierto, como crees. Ya sabes como soy de bromista. —yo le respondí un 'Mas te vale'.

Después de buscarlas regresamos con los chicos, nuestra sorpresa fue que no estaban solos, dos tipas estaban hablando cómodamente con ellos.

—Amiga, ya los viste. Los muy desgraciados tanga fáciles. —Me dijo Odette mientras cerraba sus manos para formar unos puños.

—Si ya vi. —Miraba fijamente a mi NOVIO. — ¿Qué hacemos?—Pregunte.

Ella pensaba—Ya sé, ven acércate. —Se acercó a mi oreja y me conto su plan finalizo diciendo —Solo sígueme la corriente.

Caminamos en dirección a ellos, tuve que dejar lo que llevaba en mis manos en el primer lugar que vi, detrás de unas leches que estaban en exhibición. Estábamos cerca de ellos, cuando...

Odette: ¡Bryan! —Grito y provoco que el castaño se pusiera nervioso, bueno el pelinegro también porque cuando nos acercamos Jos me miro con miedo.

¿Miedo? ¿Enserio José?

Bryan: ¿Que paso? ¿Porque gritas? —Debo mencionar que el grito provoco que toda la gente se fijara en nosotros por un par de segundos después regresaron a sus actividades.

Odette: Es que tu hijo no quiere venir, está en la juguetería. —Bry solo se sorprendió.

Bryan: ¿Que? ¿Hijo? Ah ya, espera ahorita voy por él. —Creo que si entendió todo, se fue y cuando volvió venía con un niño como de 2 años aproximadamente. —Ya lo traje y con la condición que le comprara un carrito. —Lo sentó dentro de su carrito con cuidado de no aplastar demasiado las compras. El niño era parecido a él.

Era mi momento. Comencé a llorar. Por cierto las chicas seguían ahí con cara de ¿Qué?

Jos: ¿Porque lloras? —Cada vez lloraba más fuerte. —Ya recordé, es normal por el embarazo, pero no llores me harás llorar. —me abrazo.

Esther: Esta bien, ya. —Dijo y el seco las pequeñas lagrimas que corrían por mi cara.

—Perdón, no sabíamos que ellos ya tenían compromisos. Adiós, espero que no nos volvamos a ver. —Dijo una de las chicas que por cierto eran rubias teñidas, después de decirlo se fueron.

Bryan y Jos: ¿Que rayos fue eso?—Nos miraron, habían cruzado los brazos para verse más serios y rudos.

Odette y yo reímos y bajaron los brazos.

Odette: Cálmense Josyan, tontos desgraciados ni crean que no nos dimos cuenta que andaban de tanga fáciles coqueteando con esas teñidas.

Jos: Pero nosotros...—fue interrumpido porque por fin era nuestro turno en las cajas, entonces bajamos las cosas y después pagamos todo.

—Ahorita nos explican. —Les dije pero miraba fijamente a Jos.

Salimos de la tienda, estábamos llegando al auto.

Jos: ¿Ya podemos explicarles lo que paso?—Pregunto después de que guardamos las cosas en el auto, subimos a él.

Esther: Hablen. —Fingía que no me importaba pero en mi interior tenía ganas de buscar a esa rubia que miraba mucho a Jos y cortarle el cabello para dejarla calva.

Jos: Cuando se fueron llegaron ellas y nos hicieron platica y eso, una de ellas conto un chiste, bueno fue la mitad de el porque se le olvido y como yo me lo sabía así que lo complete, entonces salió el tema de los conciertos y nos estaban platicando que irían al concierto de Selena Gómez, Bryan les dijo que iríamos también, después llegaron ustedes.

Bryan: Eso fue lo que paso. —Completo Mouque, Bryan conducía, iba en el asiento de piloto, Jos estaba a su lado, iba en el de copiloto. Odette, el niño y yo íbamos en los otros asientos.

Odette: Solo por esta vez les creeremos pero si vuelve a pasar quien sabe qué haremos. ¿Verdad Esther? —Solo asentí. —Vámonos ya.

Bryan arranco el auto y condujo para llegar a mi casa.

Justo cuando estábamos casi llegando a mi casa reaccione.

Esther: Oigan. —Obtuve la atención de todos — ¿Porque les dijeron que irían al concierto de Selena? —Bryan freno el auto y se miraron con complicidad, Odette frunció el ceño y cruzo los brazos como yo.

Jos y Bryan: ¡Sorpresa! —Gritaron.

No puede ser.

Odette y Esther: ¿Qué?—solo dijimos.

¿Enamorarme? Jamás; Jos Canela.Onde histórias criam vida. Descubra agora