The Poison Of Your Love † [El Veneno De Tu Amor]

The Poison Of Your Love 2

CONTINÚA...

    — Te dije que hablés, no tengo todo el día    — Sentenció.

 — No voy a hablar, hasta que no me sueltes y te calmes Victoria — Le respondió temeroso.

    — Esta bien.— Se sentó e intento calmarse. Ya esta, ahora dime porque me traicionaste.

  — En primer lugar yo no te traicione, Victoria, Dionisio me propuso algo más tentador, más — Ella interrumpió. 

  — Perdóname, pero no puedo creer eso, ¿Cuanto te ofreció he?  — Le respondió Sarcástica. 

  — Él no me ofreció nada de dinero si es a lo que refieres, sólo me propuso un negocio.

 — Y  supongo que ese negocio te conviene, por eso aceptaste. 

  — A mi no me conviene, a mi empresa si.

 — Es exactamente lo mismo, pero ya que, ¿sabes? puedes quedarte con tu negocito y con el estafador de Dionisio, encontraré un mejor socio que tú. — Se levanto y se paro frente a él. Eso si, te vas a acordar de mi infeliz. 

Se marchó dando otro portazo. 

Subió a su coche, pero antes decidió dejarle un pequeño regalito a Dionisio en su oficina. 

Empresas Ferrer. 

Dionisio entró a su oficina y se encontró con una canasta sobre su escritorio. Al abrirla Se llevó una gran sorpresa. Dentro de ella había unas fotografías, una de ellos cuando niños. También de sus padres, de jóvenes. 

Las tomó en sus manos, y comenzó a recordar cosas hermosas, con Victoria por supuesto. Lo malo fué lo que encontró al fondo de esa caja llena de recuerdos, era una carta, de ella.

La abrió. 

"Aquí están todos los recuerdos, los que durante años guardé sin razón, sin sentido alguno, lo único que me trajeron fue amargura. Quedatelos, yo no los necesito. ¡No te olvidarás nunca de mi, te vas a arrepentir por meterte en mis negocios!".

Sin remitente, no era necesario.

Quedó muy confuso con lo que acababa de leer, ¿Como es posible que cambiará de parecer de esa manera?. Tenía el consuelo de que esos recuerdos perdurarán en la mente de Victoria para la eternidad.

   — Necesito hablar con ella, tengo la necesidad de revivir esos recuerdos. 

Decidido decidió que cuando acabará de trabajar, iría no a su oficina, si no a su casa. 

2 horas más tarde.

Narra Victoria.

Luego de un largo día de trabajo, por fin pude regresar a mi casa. Aun que la verdad daba lo mismo. Acabó de acordarme del regalo que le dejé a Dionisio. No puedo creer que esté arrepintiendóme de haberlo enviado, se que revolverá su pasado, y le traerá recuerdos hermosos, o tal vez no.

De pronto, perdida entre sus pensamientos y recuerdos, el sonido del timbre la saca de su trance.

— Karina, ¿puedes abrir la puerta? —Nadie respondió. ¡Karina! —Vuelve a insistir. ¡Karina! —Gritó con toda su fuerza, pero al parecer Karina no estaba en la casa, o valla a saber donde andaba. Decidió abrir ella misma.

Se levantó con sus pocas ganas, al llegar a la puerta, tomo la llave, la colocó en la puerta, y sin preguntar, la abrió. Para su sorpresa, allí estaba el hombre con el que menos quería encontrarse en ese momento, y mucho menos en la puerta de su casa.