Carta.

3.3K 229 5
                                    

Os he mentido. Os he estado mintiendo mucho tiempo. Desde que me conocéis.
Cuando era pequeña, mi madre salía con un hombre, un buen hombre.
Una noche, ambos salieron a cenar para celebrar su aniversario, pero solo volvió uno.
Mi madre entró a casa cubierta de sangre, llorando. Estaba como loca. La niñera que estaba conmigo, cuando la vio, llamó a la policía. En ese momento no sabía qué estaba pasando, y no me enteraría hasta años después.
Mi madre estuvo años comiéndome la cabeza sobre las criaturas sobrenaturales, diciéndome que eran malas y que había que acabar con ellas.
Me contó que en un pueblo llamado Beacon Hills había una cantidad enorme de criaturas extrañas y que había ido a investigar. Oyó hablar de Scott, del lobo Alpha, y se obsesionó. Me contó que tenía una amiga que podía ayudarnos a instalarnos allí y todo eso.
Un día fuimos a verla, pero al llegar, me llevé una sorpresa. No recuerdo muy bien lo que pasó, lo único que recuerdo es que me durmieron, y luego que desperté en un hospital.
El padre de Stiles habló con Chris para ver si podía quedarme unos días en su casa, y esos días se convirtieron en meses. Y yo, mientras tanto, sin saber qué estaba pasando. Intentaba explicarme, hacer saber que sí que tenía familia, una madre, pero ellos se empeñaban en decir que no, que había muerto.
El día que me enteré de que Scott era el Alpha del que tanto hablaba mi madre... Sentí tristeza. Me di cuenta de que ella estaba equivocada, de que no todos los hombres lobos son malos, y de que para nada merecían morir.
Luego, comencé a escuchar esas voces en mi cabeza, después perdí la memoria y el final ya lo sabéis.
Me voy, y por favor no me busquéis, no quiero poneros en peligro.
Isaac, quiero que sepas que... bueno, eres muy importante para mí, y que... te quiero, siempre lo haré, y en serio, no me busques, porque no me vas a encontrar.
Sois los mejores amigos que he podido encontrar, y de verdad que siento muchísimo que no podáis decir lo mismo de mí.
Por favor, no me odiéis.

Isaac leyó la carta de nuevo. El mismo cura de la iglesia hablaba mientras el ataúd comenzaba a bajar, a hundirse en la tierra.
Cuando llegó el momento, la gente empezó a echar esas rosas rojas tan características de días tan horribles como ese encima de la caja de madera.
Poco a poco, todos abandonaron el lugar, menos él. Isaac se quedó allí, mirando el sitio donde Aria se encontraba.
Se arrodilló frente al gran hoyo y se quedó un rato allí, pensando. Pensando en ella, pensando en ellos.
Respiró hondo y besó la rosa y la carta, antes de echar ambas sobre el ataúd.
Ya de pie, miró un rato la lápida, recordando cada momento junto a Aria.
Aria Wilson.
Buena hija, buena amiga.
"No es difícil sacrificar algo por alguien, lo difícil es encontrar a alguien que merezca tu sacrificio"

LEED EL AVISO ANTERIOR, ES IMPORTANTE.
Ahora sí, esto es todo :)
Espero que os haya gustado y (de nuevo) siento todo el lío y todo el tiempo que he tardado en subir la historia completa. Gracias por leer 💖

Amnesia [Isaac Lahey - One Shot]Where stories live. Discover now