En cuanto terminamos de desayunar nos dirigimos a nuestra primera clase de Historia de la Magia.
-Valla manera de comenzar el día- dijo Harry con cara de sueño y desgana.
-Sii- estuvimos de acuerdo Ron y yo.
-Pero que pesimistas son chicos- contesto Hermione.
Llegamos al salón antes de que tocaran la campana, el profesor Binns estaba en su escritorio esperando a que los alumnos faltantes entraran para comenzar la clase.
Después de dos largas y aburridas horas de Historia de la Magia, en la cual Ron se durmió y Hermione lo estuvo regañando y despertando nos encaminamos a las mazmorras para clase de pociones. Ya dentro del salón se encontraban varios alumnos de Slytherin, al entrar nos dirigieron miradas de desagrado, sobre todo a Harry, lo cual no me extraño.
-Que agradable recibimiento- comento Harry.
-Que esperabas, son las serpientes- le conteste.
Buscamos una mesa libre para los cuatro. Cuando nos sentamos por la puerta entraba el rubio platino concentrado en un pergamino y detrás venían Pansy y Blaise.
Se acomodaron en una mesa desocupada justo a nuestro lado, Draco se sentó de manera que pudiera verle la cara. Dejo el pergamino en la mesa y comenzo a buscar algo o alguien a su alrededor, sabía que debía de dejar de mirarlo o tarde o temprano se daría cuenta, sin embargo, lo seguía mirando, veía la manera en que le caía su rubio cabello sobre la frente, sus elegantes pómulos, su nariz, sus labios, la palidez de su piel, sus hermosos ojos grises y su cuerpo...
En ese momento el volteo a verme, se había dado cuenta de que lo veía y me dedico una gran y radiante sonrisa. Lo unico que pude hacer fue sonrojarme y maldecirme internamente por quedarme viéndolo como boba, para evitar su mirada agarre torpemente mi libro y comence a ojerlo sin mirar nada en concreto e intentaba reprimir una sonrisa que comenzaba a formarse en mis labios, afortunadamente Ron, Harry y Hermione estaban tan enfrascados en su conversación que no se dieron cuenta. Alce la mirada y para mi sorpresa aun me observaba, en ese momento entro Snape y dirigí mi mirada y atención hacia él.
Pasadas las tres horas de posiciones estábamos tan hambrientos que lo unico en lo que pensábamos era en comida, ya que estábamos a punto de salir escuche una gélida voz que decía mi nombre
-Señorita _______ venga un momento- me llamaba Snape con voz fría.
-Te vemos en el Gran Comedor- me decía Hermione mientras salia con los alumnos restantes.
