170 Días de artista

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Ella se mira en el espejo
Su rostro convulsionado en un gesto de dolor
Sus ojos incapaces de dejar de observar su cuerpo

Se siente incompleta
Débil
Incapaz
Máquina estropeada, máquina rota
Que nunca
Jamás
Volverá a funcionar

Sobra
Eso de aquí
Eso de allá

Le han hecho creer que es así
No sabe que la imagen que persigue
Y que cree
Que corre por delante de ella inalcanzable
Es inexistente

Por el contrario
Ella sí existe
Esta ahí
Con los ojos anegados de lágrimas
Con una brillo en la mirada
Que ya no se sabe si de tristeza o de rabia

Sí, sigue ahí
Pero se está perdiendo

Sabe que se está haciendo un daño incalculable
Que aquello no está bien
Pero hay algo peor que el efecto físico
Y de eso todavía no es consciente

Pasan los días
Y se van muriendo todas sus ilusiones
Conjunto desciende su peso y el número de sonrisas
Tiene el rostro pálido y marchito
Y un vacío en el pecho que se va extendiendo cada vez más y más

Entonces cuando lo comprende
Es demasiado tarde

De nuevo frente al espejo
La realidad se deforma
Se transforma
Ya no es un espejo
Ya no se está mirando
Ahora
Tan sólo
Y simplemente
está odiándose

Algo nace en ese momento dentro de ella
Y se alimenta de su miedo
Un ser miserable que controla todos sus pensamientos

Ella decide que ha tenido suficiente
Que es hora de emprender el camino de vuelta
Pero decide afrontarlo sola
Y aunque cree regresar
Se extravía
y va por otro sendero
Ese ser continua dentro de ella
No se piensa marchar
Y aunque lo niega
En realidad en su fuero interno
Sabe que continua latente

Pero decide ignorarlo
Porque es lo más fácil
Porque le aterra lo que podría pasar sino

Porque claro
A ella no le ocurre nada
Nada
Absolutamente nada
El pasado tan solo fue
Un mero espejismo

Ahora ha pasado ya un tiempo
Pero viejas voces la sacuden desde su inconsciencia
Como si no hubiera transcurrido ni un solo día
Y sonríe
(Porque claro
No le pasa nada
Absolutamente nada)
pero tiene el alma rota
Y un nudo en la garganta que le impide expresar y explicar
Que
tiene un monstruo
Un monstruo dentro de su mente
El ser que ignoró que se ha ido volviendo más fuerte
Que no la deja de hablar, insistente
Y que acalla su propia voz

Y la miente
Con la voz de todos esos insensatos que se dejan arrastrar por la corriente
Con la voz de todos aquellos superficiales que no se molestaron en pararse a pensar un minuto
Si era justo
Todo aquello
Si no estarían cometiendo
Un gran
Y gravísimo
E imperdonable
Error

Al juzgar la belleza
Solo por lo que se puede apreciar
A simple vista
Como quien contempla la inmensidad del mar
Y fascinado y obtuso
No se da cuenta de que es dentro de él donde va a encontrar la verdadera magia en otro mundo lleno de vida

Así
Ella se mira en el espejo
Y sonríe
Engañando a su reflejo
Pero en el interior de su cabeza sigue aquel ser repugnante
Llenándola de sufrimiento
Hurgando entre sus recuerdos
Y sacándolos a flote
Para que no se le olvide nunca
Como debería ser
Y
No es