Puedo decir que pasé por esas cinco fases en tan solo cinco segundos viendo como el cuerpo de mi hermano caía lentamente hacía atrás hasta chocar contra el suelo. No fue difícil decirle adiós, en realidad.. Mi duelo no fue por ese Christopher, fue por el niño que vi crecer a mi lado, el que se asustaba de los gritos de mi padre, el que defendía por que se lo merecía, él que no era capaz de matar una mosca.

—Camila.. —Susurré acercándome a ella con cuidado, sus ojos estaban cerrados y se le hacia difícil seguir respirando. —Camila, por favor.
—Supliqué, incapaz de hacer una frase más larga.

Mis lágrimas caían una a una sobre sus labios, dejé de pensar por un solo instante en lo inevitable y me acerqué un poco más a su rostro. Mis labios impactaron contra los suyos como si se conociesen de toda la vida, el besó era torpe y salado por mis lágrimas.

La sirena que anunciaba el final de esta purga retumbó por toda la ciudad, y entonces, por todo el edificio. Saqué el móvil de Justin y llamé una ambulancia antes de coger como pude a Camila. Pasé por la gran puerta, encontrándome con todos los invitados de gala de mis padres, quiénes estaban furioso por no haber tenido subasta. Mi padre me miraba con odió, sus ojos eran oscuros y no era capaz de seguir adelante sin antes decirle que su hijo había muerto.

—El cuerpo de tu hijo está en el pasillo. Esperó que estés feliz, tu convertistes en mi hermano en el monstruo que lo mató. —Dije sin pararme demasiado, tan solo escuché el grito de dolor de mi madre y los sollozos de mi hermana, y supe que habían encontrado su cuerpo.

A penas puse un pies fuera un niño, demasiado parecido a Camila vino enseguida a ayudarme, sin preguntar nada. La ambulancia no tardó mucho más y Chandler se fue con ella. Por mi parte, tenía que ocuparme de Justin. No podía dejar que su cuerpo quedará en ese lugar. El coche fúnebre llegó unas horas más tarde, llevándose el cuerpo de Justin, y entonces conduci lo más rápido posible hasta el hospital.

—Camila Cabello. Buscó Camila Cabello. —Repetí una y otra vez a la enfermera quién estaba desbordada con la multitud de familiares y es que esto era la Purga, dolor y más dolor.

—La habitación 71. —Contestó y corrí hacía la habitación indicada. 

Cuando vi a Chandler sentado sobre el mismo en una esquina llorando, sentí que mi cuerpo entero empezó a temblar.

—Ch-Chandler..

—Oh, ella está bien. —Dijo levantado la vista hacía mi. —Es solo que.. Tuve que decirle sobre Justin y.. Y no podía soportar sus lágrimas.

—Lo siento.. No deberías haberlo hecho tú. —Me disculpé respirando de nuevo sabiendo que ella estaba bien.

—No te preocupes, entra, estará feliz de verte. —Asentí con una fina sonrisa antes de entrar en la habitación indicada.

—¿Lauren?

—Hola.. ¿Como estás? —Pregunté acercándome a ella.

—Bien, bastante bien. ¿Y Justin?

—Esperé junto a él hasta que se lo llevarán. Lo siento muchísimo.

—¿Sufrió mucho?

—Fue rápido. —Dije suspirando.

—Eso.. Eso está bien. ¿Chandler sigue fuera? —Preguntó y asentí. —Lo siento por tu hermano.

—No lo sientas, hicistes lo que debías. —Dije acercándome un poco más a ella.

—Gracias.

—¿Por qué?

—Por besarme esta noche, aunque solo fuera porque pensaba que me iba a morir.

—No te besé por eso. —Dije con una fina sonrisa.

—¿Ah no? —Preguntó alzando una ceja y me negué. —¿Entonces por qué lo hicistes?

—Porque no quería acabar la noche sin besarte.

—¿Y que te parece empezar el día con un beso? ¿Uno de verdad? Y yo consciente. —Dijo riendo y asentí.

—Me parece bien. —Reí.

Acerqué mi rostro al suyo como la primera vez, pero esta vez ella posó sus manos sobre mis mejillas acercándome aún más cerca hasta que nuestros labios se juntaron de nuevo, un beso lleno de pasión. Uno de verdad, el primero de muchos.

—Este año, no solo he purgado mi alma. Te he encontrado a ti. Gracias por aparecer en mi vida, Lauren.

—Te quiero.

••••••••••
Fin.

The Purge |||Camren|||Where stories live. Discover now