Aguafiestas

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Viernes por la mañana. Abrí los ojos con una lentitud abismal, y respiré hondo mientras me estiraba aún acostada en mi cama.
Mientras mi panza me hacía saber con ruidos, que estaba hambrienta, mi cerebro intentaba incorporarse a saber qué día era. Viernes. Cita. Nicolas. Película. AHHHHH!
Dando un brinco de mi cama me desvestí a toda velocidad. Brieta me observaba con cautela desde mi almohada mientras movía su cola de un lado a otro.
Miré el reloj que estaba en la mesita de noche junto a mi cama: 09:57. Eso significaba que tenía media hora para desayunar y luego correr para llegar a la sala de entrenamientos.
Cogí a Brieta en brazos y salimos de mi habitación. Mientras caminaba al comedor, me deleitaba oyendo los dulces ronroneos de mi adorable gata. Justo cuando estaba a punto de entrar, dos chicos gemelos, rubios bastante guapos salieron del comedor, platicando, según lo que pude oír, sobre comida. Uno de ellos se detuvo junto a mí, mientras el otro seguía andando, hasta que notó que su hermano se había detenido, y se unió a él. Brieta bajó de repente, de mis brazos y desapareció en una esquina.
El que se había detenido llevaba una camiseta negra ajustada manga corta, y el otro una igual solo que roja.
El de negro se presentó.
-Hola, Karissa. Mi nombre es Andrew, y este es mi hermano Colin.- Colin saludó con un gesto de cabeza.
-Vimos como Elena estuvo a punto de darte una paliza ayer por la noche. Fue bastante gracioso, sin intención de ofender. Quería decirte que no te preocupes, si vuelve a intentarlo y Aaron no está cerca para detenerla, prometemos protegerte.- dijo con una amable sonrisa. De hecho, fue la sonrisa más sincera que había visto desde que había llegado.
-Gracias Andrew. Aunque espero que luego de un tiempo de entrenar con vosotros, ya pueda defenderme a mí misma sin necesidad de protección, pero agradezco tu ayuda. Ahora pensaba desayunar y luego ir al entrenamiento.- hice ademán de marcharme dentro pero Colin me detuvo cogiéndome del brazo. -Espera, te acompaño, aún no he comido nada, espero no te moleste.- negué con la cabeza, sonriéndole.
Los gemelos se despidieron el uno del otro y Colin y yo entramos.

Luego de comer algo ligero, nos dirigimos al entrenamiento

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Luego de comer algo ligero, nos dirigimos al entrenamiento. Estaba lleno de adolescentes musculosos y de chicas que intimidaban a cualquiera, bueno todas menos Aurora. Ella tenía cara de preocupación. Estaba en el Rin con Iona peleando. Ambas se movían a una velocidad increíble.
Seguí andando por la gran sala. En una esquina estaba Andrew, colgado de una barra, subiendo y bajando, y Colin se le unió.
Luego tropecé con algo mientras me dirigía a donde se encontraba Sebastian. Volteé a ver qué era lo que casi me hacía caer y vi a la morena que casi me dejaba calva ayer, mirándome con más cara de asco que la que me ponía Sarah en el instituto.
Mirándola bien, era bella. Se estaba mirando en el espejo y nuestras miradas se cruzaron por un segundo.

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Karissa: ángeles y demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora