Conciencia

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-Hola Hilary- dije sorprendía después de abrir la puerta.

La rubia, se veía tan amigable y feliz como la primera vez que la conocí.

-Hola Zafiro- respondió sonriendo- no me invitarás a pasar?-

-Perdón- me moví de la entrada apenada- puedes pasar-

-Gracias- respondió y entro- buen día Fernando-

-Buendía Hilary- Fernando se acercó a Hilary y le beso la mano- ¿a qué debemos tu agradable visita?- se veía que él estaba confundido por tan repentina visita.

-Mi padre quiere verte- Hilary recorría con la mirada cada rincón del apartamento.

-¿Por qué has venido personalmente a decirme, en vez de enviar a alguien de la servidumbre?-

-Zafiro no puede quedarse sola y no es apropiado que ella vaya al castillo en estos momento- Hilary se sentó en la sala- yo me encargaré de ella mientras no estas-

-Esta bien, nos vemos chicas- si nada más que decir Fernando tomo las llames de su carro y se disponía a irse.

-¿Por qué te vas tan rápido?- ya me estaba acostumbrada a que Fernando no se alejara ni dos segundos.

-Mi padre no es alguien a quien le guste esperar- respondió Hilary

-Además, Hilary te puede proteger incluso mejor que yo, adiós chicas- Fernando salio del apartamento.

-Siéntate junto a mi Zafiro- le obedecí- ¿Como a sido tu estadía junto Fernando?-

-Ha sido muy atento-

-No sería Fernando si no lo fuera- Ella siempre se veía alegre.

Ella debe conocer bien la relación que había entre Fernando y Leyali. 

La curiosidad me invadió.

-Hilary me podrías decir cuál era la relación que tenían Fernando y Leyali?-

No sé ni porque pregunte eso.

-Eres muy curiosa-

-Es que el me confunde, primero dice que fue como una madre y después se expresa sobre ella como si la amara y no como una madre, además está eso de que dice que es gay-

-Es muy complicado de explicar-

-Podrías intentarlo-

-Ella lo crio pero su relación no fue de madre e hijo, fue más de amigo y Fernando acabo enamorándose de ella pero ella no se enamoró de el- ella fijo su mirada a la nada, como si pudiera ver algo que yo no- Fernando no es gay, él es bisexual, sólo que se niega a estar con una chica que no sea Leyali-

-¿Cómo ella lo veía a él?-

-El fue su primer amigo, irremplazable- una pequeña sonrisa llena de melancolía se apoderaba de sus labios- la primera persona en la que confió sin contar a sus hermanos, él fue casi su todo.

-Casi- dije esperando a que ella me dijera más.

-Su todo era otro humano- Hilary se levanta de su asiento y se dirigió a la cocina.

La seguí, quería saber más.

-Leyali se enamoró de un humano y por eso murió- Hilary empezó a preparar un té-aunque se podría decir que también fui culpable de su muerte- lo dijo en un tono apenas audible.

-¿Qué paso?- estaba haciendo muchas preguntas.

-Tenía que proteger al humano mientras ella no estaba, pero él no me agradaba y cuando me vine a dar cuenta, los dos estaban muertos a las afueras del castillo- el té ya estaba listo y Hilary lo sirvió en dos tazas- no te parece romántico, morir con tu amado- su voz se escuchó quebrada.

-No fue tu culpa- dije en un susurro, pero ella no apartaba la mirada de su taza- mírame- ella no me hacía caso, le jale del hombro forzándola a mirarme, su rostro estaba lleno de lagrima- no fue tu culpa-

No sé por qué pero me dolía el corazón por verla así, culpándose por la muerte de su hermana.

-Solo lo dices por que no sabes nada- me grito repentinamente .

-No entiendes que no fue tu culpa- también le grite.

No importa que sea verdad que por lo que hico haya muerto su hermana, tenía que decirle que no fue su culpa, porque no hay que ser sabio para darse cuenta de que debe odiares a sí misma por esa muerte.

Nada más horrible que culparte toda tu vida a ti mismo por la muerte de un ser querido y saber que eres inmortal.

Abrace con fuerza a Hilary.

-Mi corazón dice que no fue tu culpa, tiene que ser verdad lo que dice- la mire a los ojo- ya que Fernando dice que soy su reencarnación- le dedique una pequeña sonrisa.

-Perdón Leyali- dijo Hilary abrazándome con fuerza, ella seguía llorando.

Nos quedamos unos minutos en la misma posición hasta que Hilary se calmó. Ella se separó de mí y seco sus lágrimas, mostrándome una sonrisa.

-Vamos al balcón- ella agarro su taza de té y empezó a caminar.

-Esta bien- le sonreí y la seguí

No le preguntare sobre Leyali otra vez, es mejor mencionarle lo menos posible el tema.

No quiero verla triste otra vez.

-Que hermosa vista- dijo y vi como trataba de que cambiar de tema.

-Totalmente hermosa- trate de sonreír.

Es sorprenderte ver como alguien que se ve normalmente feliz tiene una gran carga en su conciencia.

Bienvenida a la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora