Inicio del fin

7.1K 267 13
                                    

Todo estaba tranquilo en casa, mis padres estaban trabajando y mi hermano estaba en la escuela. La casa seria toda mí por unas horas y eso me encantaba ya que podría leer sin que nadie me interrumpiera.

Estaba leyendo ''Buscando a Alaska de John Green'' apenas estaba empezando a leer y una bola de beisbol entra a mi cuarto atreves de mi ventana, casi rompiendo mi lámpara de mesa.

No pueden tener más cuidado, si no fuera por que tenía la ventana abierta, esta ya estaría rota.

Me baje de mi cama, busque la pelota y saque mi cabeza por la ventana para buscar al responsable de este hecho.

-No podían tener más cuidado- grite mientras buscaba con la mirada a quien lanzo la bola.

-Perdona- escuche una voz y luego encontré a un chico castaño muy apuesto.

Me sentía avergonzada, estaba gritándole a un chico muy apuesto y no solo eso, yo estaba tan despeinada que parecía la novia de Frankenstein.

-No hay problema- dije con voz nerviosa y le lance la bola de regreso.

-Gracias- dijo el chico después de atrapar la bola.

-Adiós- dije, me tire en la cama y me tape la cara con una almohada

Porque me pasan esas cosas cuando hay un chico lindo cerca.

Me relaje y decidí seguir leyendo el libro.

Dos horas más tarde Alison me llama pidiéndome que vaya a su casa porque estaba aburrida, ambas estábamos de vacaciones de la universidad y no teníamos nada que hacer, así que decidí ir.

Salí de mi casa y al ser aun de día decidí ir por un callejón, para llegar mas rápido a casa de Alison.

Y hay esta otro chico guapo, recostado de una pared.

Que suerte que estoy presentable esta vez.

 Camine hacia el ya que tenía que pasar por su lado para salir del callejón.

-Hey chica- dijo el chico guapo.

-Hola, ¿qué pasa?- me detuve frente a el.

-Has llegado justo a tiempo- antes de yo poder reaccionar, el chico me tenia acorralada contra la pared.

-Suéltame- grite

-No sabes el hambre que tengo linda- dijo e inmediatamente me mordió el cuello.

Sentí como clavo sus dientes en mi, y me agarra con fuerza para que yo no escapara. Estaba asustada sintindo un dolor pulsante en mi cuello, pero de repente aparecio alguien y jalo con fuerza al chico que me mordia, pero como tenia los dientes muy clavados a mi, senti como me rasgo la piel. Automaticamente coloque mis manos en mi cuello, sobre la herida y me di cuenta que se habia llevado un poco de mi piel en la mordida, mis manos se llenaron de sagre y yo solo precionaba la herida a pesar del dolor que sentia.

-Gracias- dije asustada en una voz apenas audible y me aleje un poco de la pared, mi corazón estaba latiendo muy rápido.

-Tranquila que no dejare que nada malo te vuelva a pasar- me giño un ojo y con un movimiento rápido le rompió el cuello a chico que me había mordido el cuello.

Yo tape rápidamente mi boca para no gritar y di dos pasos hacia atras, ahora estaba aun más asustada.

El chico que me había salvado me miro y me sonrió, como si nada hubiera pasado.

-Mi nombre es Fernando y estaré para lo que necesites- dijo haciendo una reverencia

Este chico está loco, como puede matar a alguien frente a mí como si nada hubiera pasado.

El chico al que le habian roto el cuello tocio, sorprendentemente seguia vivo y Fernando al verlo atravezo el pecho del chico con la mano derecha.

Sin pensarlo empecé a correr lejos de ahí, no fuera a ser que me acabara matando a mi también.

Llegue a mi casa, no habia nadie y me tranque en mi cuarto, mi corazón latía rápido y mi respiración estaba irregular. Me mire en el espejo, mi cara estaba palida, mi herida en el cuello no era pequella y botaba mucha sangre, saque una blusa de mi gabetero y la coloque sobre mi herida para detener la emorrajea, eso era lo que veia en las peliculas.

Esto debe de ayudar en algo.

Me recosté de la puerta y me deslice hasta quedar sentada en el suelo. Mi cabeza daba vueltas y me sentía sin fuerzas hasta que quede inconsciente.

Me desperté sobre mi cama, estire mis brazos y fije mi mirada al techo, de pronto me acorde de lo que había pasado en el callejón y me senté en mi cama.

Inmediatamente mis ojos se encontraron con Fernando en mi cuarto.

-¿Qué haces aquí?- yo estaba realmente asustada, como el había logrado entran en mi cuarto.

-Por fin despertaste- me sonrió-¿Cómo te sientes?-

-¿Qué haces aquí?- repetí un poco asustada.

-Solo vine a asegurarme de que no mates a nadie-

Como que no mate a nadie porque yo haría eso, el si que esta loco.

-¿Por qué razón yo haría eso? Tu eres e asesino-

-Simple y llanamente mi lady por que usted ahora es un vampiro-

-¿Estás loco o qué? Sal de mi cuarto- grite mientras colocaba una mano sobre mi cuello, recorde la herida, mi ropa tenia manchas de sangre y me parecio estraño no sentir dolor- la herida no la siento-

-Se a sanado, no te preocupes- Fernando se acerco a mí y yo me heche un poco hacia atras sin saber qué hacer-Tranquila que no te hare daño- sonrio

-Como quieres que crea eso después de que te vi matar a alguien, con lo poco que se podrías violarme y luego matarme-

-Tranquila que soy gay- me giño un ojo mientras sonreía.

-Gracias por la aclaración- dije con sarcasmo- ahora se que no me violaras, pero aun esta la  posiblilidad de  que me mates-

-Yo nunca sería capaz de hacerte daño mi lady- se sentó en el borde de la cama- ahora ven para que bebas mi sangre-

-No lo haré, estas loco-

Esta loco este tipo, como cree que yo voy a beber de su sangre.

El se mordió el brazo e inmediatamente vi gotas de sangre salir de su herida y por una extraña razón yo quería probarlas. Mi garganta empezó a arder y tenía mucha sed. Lo único que yo pensaba era en beber de su sangre, algo estaba yendo mal conmigo.

En un movimiento rápido Fernando estaba a mi lado e hizo que lo mordiera justo en su herida, probando así su sangre. Esta era realmente dulce, su sabor era algo inigualable, parecido a nada de lo que yo hubiera aprobado antes.

Cerré mis ojos y agarre su brazo con fuerza, para que no se alejara.

-Ya es suficiente- Fernando movió su brazo rápidamente haciendo que yo lo soltara- a partir de ahora tu vida será diferente mi lady-

Bienvenida a la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora